El comandante del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de EEUU, el almirante Craig Faller, confirmó este martes la presencia de tropas de Rusia en Venezuela a pesar de que el presidente Donald Trump dijo en junio que el Kremlin le había garantizado la retirada de la "mayoría" de su personal militar de ese país.
"Hay tropas rusas y hay contratistas del sector de defensa rusos en Venezuela, prestando apoyo al régimen de (el presidente Nicolás) Maduro", denunció Faller durante una comparecencia ante el comité de Servicios Armados del Senado.
A finales de marzo, el Gobierno del presidente Vladimir Putin envió a Caracas dos aviones con unos 100 militares alegando que se trataba de especialistas castrenses que realizaban labores de mantenimiento de equipos suministrados a Venezuela.
Washington criticó rápidamente esta maniobra, que llegó a ser tildada de "amenaza directa" por parte del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
A los pocos días, no obstante, Trump afirmó en un mensaje de Twitter que Moscú le había asegurado que había comenzado a retirar a sus militares.
"Rusia nos ha informado de que ha retirado a la mayoría de su personal de Venezuela", dijo el mandatario en un breve tuit, información que acabaría siendo desmentida por el presidente Putin apenas tres días más tarde.
Este martes, durante la audiencia, Faller reiteró que Rusia ejecuta en Latinoamérica, "al igual que en el resto del mundo", una campaña de desinformación cuyo objetivo es "desorientar" a los ciudadanos.
Asimismo, el almirante advirtió a los senadores de la creciente injerencia rusa en Latinoamérica y denunció que Moscú pretende "sembrar la discordia y la falta de confianza" entre los países de la región, para "impulsar" a naciones "autocráticas" como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
El militar aseguró además que el Gobierno de China provee a Maduro de sistemas de vigilancia. "China está exportando la tecnología de vigilancia utilizada para monitorear y reprimir al pueblo venezolano", afirmó.
El jefe del Comando Sur dijo que lo que más le preocupa en la región de América Latina y el Caribe es el crecimiento de la influencia de actores estatales externos, particularmente de Rusia, China e Irán.
"Han desdibujado las líneas de lo que constituye una amenaza militar a través de la coerción económica, el robo sistemático de tecnología, campañas de influencia y la actividad cibernética maliciosa", declaró.
El funcionario señaló que otros desafíos de seguridad en la región son el narcotráfico, la inmigración ilegal, los grupos extremistas, la corrupción y los gobiernos incapaces de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, por lo que consideró que la mejor herramienta para avalar la seguridad es la cooperación.
"También necesitamos la presencia militar correcta, enfocada y consistente", indicó.