El almirante Craig Faller, al mando del Comando Sur de Estados Unidos, ha marcado como fecha el final del año en curso para una intervención militar en Venezuela, si Nicolás Maduro se aferra al poder.
En una admisión sin precedentes por parte del máximo responsable de operaciones en Sudamérica, Faller indicó que esa opción sería inevitable.
En una entrevista poco común concedida a la revista especializada Foreign Policy, Faller aseguró que el Ejército "está contemplando varias opciones" y estará "listo" para cualquier decisión que tome el presidente.
"Estamos en alerta", dijo Faller, "la crisis en Venezuela podría llegar a ese nivel a final de este año si Maduro sigue en pie. Sería así de grave". Nunca antes un oficial de tan alta jerarquía ha hablado en esos términos de la opción militar en Venezuela.
Faller, además, incluye una variable importante en la crisis venezolana: el apoyo de China a Maduro. Hasta ahora, la atención de EEUU se ha centrado en el apoyo comercial y militar de Rusia, que envió 100 soldados a Venezuela el mes pasado, pero el almirante afirma, claramente, que cree que "China ha hecho una apuesta muy arriesgada y no está colaborando".
Añade, además, que Pekín "no está respetando los derechos humanos, la soberanía y la democracia".
La entrevista revela que en los altos escalafones del Ejército estadounidense existe el convencimiento de que la crisis de Venezuela puede no solucionarse solo con las presiones diplomáticas y las sanciones económicas aprobadas hasta ahora por la Casa Blanca. Y respalda las diversas afirmaciones de Donald Trump y su Gobierno de que hay un plan de intervención militar listo y en consideración.
La secretaría general de la Organización de Estados Americanos ha instado a los socios latinoamericanos a que consideren la responsabilidad de proteger a los civiles venezolanos de los abusos del régimen. Ese sería el foro elegido para legitimar una intervención, dado que Rusia y China tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Faller se reunió en febrero en Florida con Luis Navarro Jiménez, comandante general de las Fuerzas Militares de Colombia. Antes se reunió con su homólogo brasileño en Brasilia. Se supone que en esas pláticas estuvo presente la probabilidad de tomar una acción militar para sacar a Maduro del poder.