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Nicaragua

Hay cubanos en las fuerzas represivas de Ortega, afirma un estudiante tras ocho meses de cárcel

Jorge Zapata relata torturas en la misma prisión en la que hay banderas del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Managua

Entre las "fuerzas combinadas" que el Gobierno de Daniel Ortega utiliza para la represión hay extranjeros y, específicamente, cubanos, afirmó en declaraciones a la agencia EFE Jorge Zapata, un estudiante recién liberado tras pasar ocho meses en prisión por participar en protestas antigubernamentales.

La llamada "insurrección cívica" nicaragüense ha dejado cientos de "presos políticos" y un mensaje de "bienvenida" a prisión: "Si en algún caso Nicaragua se volvía a levantar cívicamente, nos iban a matar sin pensarlo, a todos los que estábamos detenidos", relata Zapata.

Él y otros 15 universitarios escucharon la amenaza al ingresar a la cárcel La Modelo, la más grande y segura de Nicaragua, tras haber sido golpeados durante interrogatorios en El Chipote, sede de la Policía que ha sido denunciada como centro de torturas.

"Creemos que sí son capaces (...) ellos tienen la 'Ley Fuga', que si usted se sale del sistema (penitenciaría), tienen derecho a matar, su 'Ley Fuga' es asesinar", añade.

El joven de 20 años dice sentir miedo, sobre todo por su familia, pues se convenció de que puede morir de un tiro cuando sobrevivió a ataques de policías y parapolicías que, afirma, incluyeron lanzacohetes RPG 7, el 13 de julio pasado en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), y la parroquia Divina Providencia.

En esos hechos, en los que fallecieron dos estudiantes, dijo haber visto a uno de los supuestos represores cubanos. "El día viernes 13 (de julio) sí. Andaba con una M-16 disparando como loco".

En la parte más cruda de la crisis, la violencia llevó a los manifestantes a enfrentarse con morteros artesanales a las armas de guerra del Gobierno, lanzacohetes portátiles, fusiles de asalto AK, ametralladoras PKM, fusiles M16 y fusiles de francotirador Dragunov, según organismos como Amnistía Internacional.

Son varios los nicaragüenses reprimidos por el Gobierno de Ortega que han asegurado que en las fuerzas que aplican la violencia hay agentes cubanos, pero por el momento no existen pruebas.

Las acciones contra los manifestantes han dejado 325 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Organismos humanitarios locales cuentan hasta 561. Ortega reconoce 199.

De la prisión lo peor no son los calabozos, donde falta el aire y el agua; tampoco la comida como tal, sino que esta contiene "vidrio, aluminio, pedazos de hierro y patas de cucaracha", afirma.

Algunos reos evacúan sangre, sostiene Zapata, quien se abstuvo de comer los alimentos servidos en La Modelo, solamente ingería los enviados por su familia.

Las malas condiciones y las palizas a reos cada vez que hay una protesta o llega a Nicaragua un emisario de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea o Estados Unidos, para intentar encontrar una solución a la crisis, causan reacciones violentas, comenta.

El 19 de febrero los reos lanzaron bolsas de bebidas en polvo y jabones, para evitar el maltrato a un grupo de presos, y los carceleros respondieron con pedradas hacia las celdas.

La madrugada del 7 de marzo escucharon que manifestantes del calabozo El Infiernillo, el peor del país, pedían auxilio porque los carceleros lanzaron bombas lacrimógenas dentro y cerraron las ventanas.

El joven afirmó que en el interior de la cárcel hay banderas del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Zapata fue condenado en noviembre pasado a 16 años de cárcel por "terrorismo". Al preguntarle si es terrorista, responde tajante: "En ningún momento". Dice que quiere ver una Nicaragua diferente, sin corrupción, "sin tantas cosas a conveniencia del Gobierno".

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