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Estados Unidos

Muere George Bush, protagonista del fin de la Guerra Fría y del reforzamiento del embargo

Durante su mandato se aprobó la Ley Torricelli y comenzaron las transmisiones de TV Martí hacia Cuba.

Miami

El expresidente de Estados Unidos George Herbert Walker Bush falleció el viernes por la noche, según confirmó un vocero de la familia, Jim McGrath, reporta la AP. Tenía 94 años.

El deceso del exmandatario se produjo apenas ocho meses después del de su esposa, Barbara Bush, con quien estuvo casado 73 años y tuvo seis hijos.

Fue el presidente número 41 del país, cargo que ocupó entre 1989 y 1993. Ocho años después fue testigo de cómo su hijo, George W., se convertía en el presidente número 43.

Durante el mandato de Bush padre comenzaron las transmisiones de Televisión Martí hacia Cuba (1990). Además fue aprobada la Ley Torricelli (Ley de la Democracia Cubana) en 1992, que prohibió a subsidiarias de compañías de Estados Unidos establecidas en terceros países comerciar con el Gobierno de Cuba y a los barcos que entran a puertos cubanos con propósitos comerciales tocar puertos de Estados Unidos en los 180 días siguientes.

El actual gobernante estadounidense, el también republicano Donald Trump, lamentó la muerte de Bush.

"Con buen criterio, sentido común y un liderazgo imperturbable, el presidente Bush guió a nuestra nación y al mundo a un pacífico y victorioso fin de la Guerra Fría", expresó Trump en un comunicado conjunto con su esposa, la primera dama Melania Trump, reportó EFE.

"Como presidente —agregó—, sentó las bases para décadas de prosperidad que le han seguido".

"Su ejemplo sigue vivo y seguirá conmoviendo a futuras generaciones para buscar una causa mayor", dijo Trump.

En 2016, pese sus persistentes problemas de salud, Bush padre hizo público su rechazo a Trump, después de que en las primarias republicanas el ahora presidente dirigiese fuertes ataques contra su hijo y exgobernador de Florida, Jeb Bush.

De hecho, según algunas filtraciones, Bush votó por la demócrata Hillary Clinton en la contienda presidencial.

La popularidad de Bush padre como presidente creció con el éxito de Estados Unidos en la Guerra del Golfo en 1991 para evaporarse después en una breve pero profunda recesión. El republicano fracasó en su intento de salir reelegido para un segundo mandato ante el demócrata Bill Clinton.

Una presidencia definida por la política exterior

Bush fue piloto en la Segunda Guerra Mundial, embajador en la ONU, congresista, director de la CIA y vicepresidente con Ronald Reagan. Según EFE, se le recuerda como un republicano moderado que supo ganarse el respeto de ambos partidos pese a gobernar solo cuatro años.

La débil economía nacional puso fin a una presidencia definida por la política exterior: la caída del Muro de Berlín, la reunificación alemana, la invasión de Panamá, la guerra del Golfo y la disolución de la Unión Soviética.

En 1991 firmó con el entonces líder soviético Mijaíl Gorbachov el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas para limitar el número de misiles nucleares.

Pero fue su liderazgo en la guerra del Golfo (1990-1991), logrando la salida de Irak de Kuwait con las mínimas víctimas estadounidenses, lo que le convirtió en el presidente más popular hasta entonces, con un 89% de aprobación.

Bush organizó una coalición militar de más de 30 países contra la invasión del dictador iraquí Sadam Husein de Kuwait en agosto de 1990 y logró la liberación del pequeño país petrolero con cinco semanas de ofensiva aérea y 100 horas de combate terrestre.

Otra de sus grandes operaciones en el extranjero fue la invasión de Panamá en diciembre de 1989, con la captura del dictador Manuel Antonio Noriega, requerido por la justicia de Estados Unidos por narcotráfico.

La popularidad que se labró entre los estadounidenses con sus victorias en política exterior quedó minada por la recesión económica, que le obligó a romper su gran promesa electoral de no subir los impuestos.

La célebre frase "Lee mis labios, no nuevos impuestos", emblema de su discurso de aceptación como nominado republicano en 1988, le persiguió después en la campaña por la reelección de 1992, cuando sus oponentes la usaron como ejemplo de sus promesas incumplidas.

Además, su negativa a ampliar las ayudas al desempleo por miedo a incrementar el déficit hizo que se le acusara de falta de empatía con los más afectados por la crisis económica.

A esa percepción contribuyeron sus orígenes privilegiados en el seno de una adinerada familia de Nueva Inglaterra. Era hijo de Prescott Bush, un gran banquero de Wall Street que después fue senador en el Congreso federal.

Así, pese a la popularidad sin precedentes que le dieron sus triunfos militares y diplomáticos, Bush perdió frente al entonces gobernador demócrata de Arkansas, Bill Clinton, las elecciones de 1992, incapaz de sobrevivir al descontento social por la crisis económica y el aumento de la violencia en las áreas pobres de los centros urbanos.

Ocho años después, su hijo mayor, George W. Bush, sucedería a Clinton en la Casa Blanca, un camino que intentó seguir en las elecciones de 2016, sin éxito, su segundo vástago y exgobernador de Florida (1999-2007), Jeb Bush, quien tuvo que retirarse muy pronto de las primarias republicanas ante su escaso apoyo popular.

Aunque siguieron sus pasos en la política, ninguno de sus hijos ha logrado igualar su vasta trayectoria.

George H. W. Bush sufría un tipo de parkinson que le impedía caminar. En los últimos tiempos había sido ingresado varias veces por problemas respiratorios y también por una fractura cervical.

Además de él, John Adams fue el único presidente que tuvo un hijo que también ocupó la Casa Blanca.

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