El Gobierno de Arabia Saudita admitió, 17 días después de la desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi, que este murió en el interior de su consulado en Estambul, aunque no reveló ninguna información que permita ubicar su cuerpo, reportó AFP.
En Turquía, los investigadores locales continuaban las pesquisas rastreando un gran bosque cercano a Estambul. Ankara anunció que revelaría "todo" sobre este caso.
La ONU y varias organizaciones no gubernamentales pidieron una investigación independiente, Berlín estimó "insuficientes" las explicaciones de Riad sobre las circunstancias de la muerte del periodista y Londres pidió que los responsables sean juzgados por sus actos.
La agencia oficial SPA confirmó la muerte del periodista, citando a la fiscalía que mencionó una "pelea" en el consulado saudí en Estambul. La agencia informó, además, de la destitución de dos altos cargos saudíes y del arresto de 18 sospechosos.
El fiscal general saudita, Sheij al Mojeb, publicó un comunicado sobre lo ocurrido: "Las conversaciones que tuvieron lugar entre él y las personas que lo recibieron en el consulado saudita en Estambul dieron lugar a una reyerta y a una pelea a puñetazos con el ciudadano Jamal Khashoggi, lo que provocó su muerte".
Ali Shihabi, director de un grupo de reflexión considerado cercano a la monarquía saudita, dio otra versión. "Khashoggi murió estrangulado durante un altercado físico, no como resultado de una pelea a puñetazos", declaró basándose en las declaraciones de una fuente saudita de alto rango.
Más tarde, el departamento internacional del ministerio de Información publicó una declaración en inglés atribuida a una "fuente oficial", en la que afirma que la discusión en el interior del consulado degeneró en una pelea que ocasionó la muerte de Khashoggi, y hubo "un intento" por parte de las personas que lo interrogaron de "ocultar lo que pasó".
Hasta ahora Riad siempre había afirmado que el periodista salió del consulado, al que había entrado el 2 de octubre para hacer unos trámites para casarse.
Tras confirmar el deceso, Riad anunció la destitución de un alto responsable de sus servicios de inteligencia, Ahmad al Asiri, y de un importante consejero de la corte real, Saud al Qahtani, ambos cercanos colaboradores del príncipe heredero, sobre el que ha aumentado la presión por el caso Khashoggi.
"Despedir a Saud al Qahtani y Ahmad al Asiri significa ir lo más cerca posible de Mohamed bin Salmán", explicó Kristian Ulrichsen, analista en la universidad de Rice, en Estados Unidos.
El rey Salmán ordenó además la creación de una comisión ministerial presidida por el príncipe heredero para reestructurar los servicios de inteligencia, informaron los medios oficiales.
"No estamos acusando a nadie por adelantado, pero no aceptamos que nada permanezca encubierto", dijo Omer Celik, portavoz del gobernante Partido Justicia y Desarrollo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, dijo a Fox News que el asesinato fue una "operación malvada" que no fue ordenada por el príncipe heredero Mohammed bin Salman.
Desde Riad, en una entrevista con el principal presentador político de Fox News, Bret Baier, el Ministro de Relaciones Exteriores dijo este domingo: "Se trató de una operación que fue malvada, una operación en la que los individuos terminaron superando las autoridades y las responsabilidades que tenían. Se equivocaron cuando mataron a Jamal Khashoggi en el consulado y trataron de encubrirlo".
El presidente estadounidense, Donald Trump, había admitido el jueves por primera vez que Khashoggi estaba probablemente muerto, y el viernes su administración hizo referencia a posibles sanciones.
A un reportero que le preguntó si consideraba "creíble" la versión de Riad, Trump respondió: "Sí, sí". Para luego añadir: "Es pronto, no hemos terminado nuestra revisión ni nuestra investigación".
Republicanos y demócratas de EEUU apoyaron hoy tomar medidas contra Arabia Saudí ante la tardía y débil explicación de su Gobierno sobre la muerte del periodista Jamal Khashoggi, entre ellas la imposición de sanciones y la expulsión de su embajador en Washington.
Algunos de los legisladores también instaron a que Estados Unidos se niegue a mantener relaciones con el príncipe heredero Mohamed bin Salman y exigir que Arabia Saudita lo reemplace de su cargo si se le considera responsable de la muerte del periodista, algo que los congresistas consideran probable.
Trump negó, sin embargo, que su país vaya a suspender la venta de armas a Arabia Saudita. "Tenemos unos 450.000 millones de dólares" en pedidos, recordó a la prensa.
"Creo que eso representa más de un millón de empleos, lo cual hace que no sea constructivo para nosotros suspender unos pedidos como esos (...) Nos haría mucho más daño a nosotros que a ellos", aseguró.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró por su parte estar "profundamente preocupado por la confirmación de la muerte" de Khashoggi.
La canciller alemana, Angela Merkel, consideró "insuficientes" las explicaciones de Riad y pidió que se revelen las "razones de fondo" de la muerte del periodista.
Este domingo, Merkel dijo que "en lo que respecta a las exportaciones de armas [a Arabia Saudí], estas no pueden tener lugar en las circunstancias actuales".
Londres, París y Berlín habían señalado horas antes en un comunicado conjunto que hay "una necesidad urgente de aclarar" las circunstancias de la muerte "inaceptable" del periodista saudí, crítico con la monarquía de su país, mientras reina el escepticismo por las explicaciones de Riad.
"Tomamos nota de la declaración de los saudíes que explica sus conclusiones preliminares", declararon los tres países en el comunicado. "Pero queda una necesidad urgente de aclaración sobre qué es lo que sucedió exactamente el 2 de octubre, más allá de las hipótesis hasta ahora mencionadas por la investigación saudí, que tienen que ser respaldadas por hechos para ser consideradas como creíbles".
Riad es el segundo mayor cliente de la industria de defensa alemana, después de Argelia, este año. Hasta el 30 de septiembre de 2018, el Gobierno había emitido licencias de exportación por valor de 416,4 millones de euros.