Una menor de 16 años de edad denunció este jueves haber sido víctima de abusos sexuales de un grupo de paramilitares y policías "cubanos y venezolanos" en Nicaragua, que la confundieron con una manifestante, reporta EFE.
"Cuando me revisan, me levantaron mi camisa, y me comenzaron a manosear entre cuatro hombres, no hubo una sola parte de mi cuerpo que no me tocaran, ellos tenían acento cubano, creo que uno era venezolano, estaban encapuchados, pero vi que uno era moreno", dijo la adolescente, en una denuncia pública.
No se aportaron otras evidencias sobre la nacionalidad de los paramilitares, pero esta es la segunda denuncia de un menor de edad que involucra a supuestos policías encapuchados de origen cubano, luego de que en agosto un joven de 14 años de edad afirmara que un grupo de policías lo marcó en un brazo con las iniciales "FSLN", del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Las denuncias se dan en medio de una crisis sociopolítica que ha dejado entre 322 y 481 muertos desde abril, según cifras de grupos de derechos humanos locales y extranjeros, en protestas contra el presidente Daniel Ortega, cuyo Gobierno cifra en 198 los fallecidos.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha responsabilizado al Gobierno nicaragüense de "más de 300 muertos", así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual, entre otros abusos.
Diferentes organismos humanitarios, entre ellos la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), han constatado la presencia de policías, parapolicías, paramilitares y grupos civiles afines al Gobierno, generalmente encapuchados, en ataques armados contra la población.
La adolescente afirmó que, junto con ella, otras cinco jovencitas fueron abusadas el martes en una calle de Ciudad Sandino, 12 kilómetros al noroeste de Managua, por un grupo de diez hombres, entre policías y civiles encapuchados, fuertemente armados.
"Al recordar me da asco. No puedo dormir, me querían meter en la alcaldía junto con las demás muchachas, me soltaron porque uno de ellos dijo que no era yo, que yo no había hecho nada", afirmó.
La joven y su padre, que prefirió el anonimato, denunciaron el caso ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), cuyo secretario general, Marcos Carmona, se mostró indignado.
"Se dice que todo está normal, que ya se restableció la seguridad, pero mientras estén estos grupos paramilitares y esta Policía genocida, ningún nicaragüense va a estar seguro ni en su casa ni en sus calles", afirmó Carmona.
Ortega, que ha negado toda responsabilidad en la crisis en Nicaragua, sostiene que su Gobierno sufrió un intento de "golpe de Estado", y que lo ha superado.
Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de 11 años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.