El coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en Colombia, Martín Santiago, pidió el sábado una respuesta regional a la crisis causada por el éxodo de venezolanos ante su escala, magnitud y consecuencias, reportó EFE.
Según dijo Santiago a periodistas en la ciudad fronteriza de Cúcuta, las consecuencias "no son solo para Colombia", sino también "para los países de la región", por lo que es necesario buscar "respuestas a una situación que ya es excepcional" porque el movimiento migratorio ha excedido los parámetros que proyectaron en un inicio.
Según los datos de la ONU, cerca de 2.300.000 venezolanos han abandonado su país ante la profunda crisis que vive.
De ellos, cerca de un millón se han asentado en Colombia, si bien 35.000 más cruzan diariamente la frontera común, muchos para comprar bienes de primera necesidad y otros para dejar definitivamente Venezuela.
En este sentido, Santiago comentó que la ONU busca "acompañar y articular respuestas en distintos ámbitos", pero especialmente en materia de "política pública efectiva" para los venezolanos que llegan al territorio, así como para las comunidades que los reciben y los colombianos que regresan a su país.
También reconoció al Gobierno del presidente Iván Duque por haber puesto "como uno de los temas prioritarios de la agenda" la atención al éxodo de venezolanos y agradeció a Colombia por su "generosidad" al recibir a los migrantes.
"Esta actitud decidida de las autoridades colombianas es un acto de generosidad, un ejemplo para el mundo y una determinación de cómo se muestra en la agenda global un imperativo ético y global. Es un ejemplo clarísimo de humanidad", concluyó Santiago.
¿Fronteras abiertas?
Antes de que estallara la crisis económica en Venezuela, el país con mayores reservas petroleras en el mundo minado por la escasez y la hiperinflación, los venezolanos podían moverse por varios países apenas con su cédula.
Todavía Bolivia les permite el ingreso con este documento y una estancia de 90 días en condición de turistas. Desde 2014 ha recibido a unos 25.600 venezolanos y la cifra va en aumento, precisó un reporte de la AFP.
Amparados en las políticas del bloque del Mercosur —que suspendió a Venezuela como socio—, Argentina y Uruguay también les facilitan el ingreso con cédula, aunque quienes lleguen en avión deben portar pasaporte.
En 2015, 1.100 venezolanos tramitaron su residencia legal en Uruguay y la cifra está aumentando a un ritmo de 20% anual. En Argentina están radicados 95.000 (30.000 pendientes de regularización).
Brasil, que decidió desplegar tropas para reforzar la seguridad en el estado de Roraima, punto de entrada por tierra de miles de venezolanos, también los deja ingresar con cédula. Sin embargo, el Gobierno estudia imponer límites a la migración ante episodios de violencia y xenofobia. Desde 2017 habían llegado 110.000 venezolanos, según cifras con corte a mayo.
Nuevos controles
En medio del éxodo de venezolanos, uno de los más grandes en la historia de América Latina, según la ONU, Perú y Ecuador impusieron el requisito del pasaporte.
Quito debió suspender ese requerimiento por orden judicial, pero a cambio exige ahora un certificado adicional que avale la autenticidad de la cédula y que debe ser otorgado por Caracas o un organismo internacional.
Entre enero y agosto de 2018, a Ecuador ingresaron 641.353 venezolanos (80% con pasaporte) y salieron 524.857, según la Cancillería.
Perú también impuso el pasaporte, pero abrió la opción de refugio. En los últimos tres años han ingresado 414.000 venezolanos, incluidos 120.000 que pidieron el estatus de refugiado.
A excepción de Costa Rica, los países centroamericanos, incluido Nicaragua —estrecho aliado de Maduro— exigen visas a los venezolanos.
El Gobierno chileno, entretanto, estableció una "visa de responsabilidad democrática", que desde abril último debe ser tramitada en sus consulados en Venezuela y asegura residencia por un año y acceso a contrato de trabajo. Sin embargo, si es por turismo deben presentar pasaporte.
En el primer semestre de 2018 ingresaron a Chile 124.501 venezolanos frente a 177.347 en todo 2017.
Asilo
EEUU aparece como una opción solo para quienes, en busca de asilo, pueden demostrar que sufren violencia y persecución política.
El año pasado más de 27.000 venezolanos pidieron asilo, casi el doble que en 2016 y cinco veces más que en 2015, cuando Venezuela estaba en el quinto lugar luego de China y otros países hispanoamericanos.
"Las solicitudes de asilo se han disparado en los últimos años", dijo a la AFP Michael Bars portavoz del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS). "Nuestro sistema es proclive a vacíos legales, fraude y abusos, y esto impide a solicitantes de asilo legítimos ser procesados rápidamente", añadió.
En lo que va de 2018, casi 16.000 venezolanos ya han pedido asilo.
Según datos del censo de 2016, unos 300.000 venezolanos viven en Estados Unidos. De ellos, casi la mitad (144.000) residen en Florida.
Maduro dice que hay una operación internacional que infla las cifras de migración
A pesar de este claro panorama, el Gobierno de Venezuela afirmó el viernes que existe una operación internacional para inflar las cifras de migrantes venezolanos y justificar una "intervención militar", indicó la agencia AP.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez rechazó los reportes que han surgido en los últimos días sobre masivas migraciones de venezolanos en la región que huyen de la crisis económica que golpea a la nación sudamericana.
"Se está construyendo de forma artificiosa una matriz de opinión para justificar la intervención militar de Venezuela, y esa matriz se llama crisis humanitaria", dijo Rodríguez en una transmisión de la televisora estatal, en la que aseguró que se han abultado las cifras de migrantes venezolanos.
La vicepresidenta afirmó que hay una "operación internacional" contra Venezuela dirigida por el gobierno de Estados Unidos, factores de la Unión Europea y el Grupo de Lima que habrían elevado las cifras de migrantes, según reseñó la Agencia Venezolana de Noticias.
Rodríguez afirmó también que en Brasil obligan a comunidades indígenas venezolanas a firmar documentos que los colocan como refugiados en ese país.
Las declaraciones de la vicepresidenta se dan dos días después que Colombia, Ecuador y Perú pidieron a Venezuela agilizar la entrega de pasaportes y otros documentos a sus ciudadanos.
Los países andinos acordaron a mediados de semana, durante un encuentro en Lima, coordinarse con la Organización Internacional para las Migraciones y con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados para obtener financiamiento para trasladar y reasentar a los migrantes que busquen llegar a otros países de la región.
También se anunció el lanzamiento de campañas de sensibilización por la llegada de los venezolanos.
Mientras, 12 países confirmaron asistencia a una cumbre sobre el éxodo venezolano que se realizará en Quito. Al encuentro, que tendrá lugar el lunes y martes, no asistirá Venezuela, que no reconoce que haya una crisis social ni migratoria. Allí se buscarán otras soluciones a problemas del masivo flujo de venezolanos.