El exvicepresidente argentino Amado Boudou fue sentenciado el martes a cinco años y diez meses de prisión por la apropiación de la única imprenta de papel moneda de Argentina, uno de los casos de corrupción más sonados durante el kirchnerismo, reporta la AP.
Boudou, de 55 años, fue condenado por un tribunal federal por cohecho pasivo —recibir sobornos— y negociaciones incompatibles con la función pública a raíz de la adquisición, a través de testaferros, del 70% de la empresa Ciccone Calcográfica cuando ejercía como ministro de Economía, durante el primer mandato de Cristina Fernández (2007-2011). La sentencia es apelable.
El tribunal de tres jueces dispuso además su encarcelamiento inmediato, le aplicó una multa de 90.000 pesos (unos 3.200 dólares) y lo inhabilitó de forma perpetua para ejercer cargos públicos.
Junto al exvicepresidente fueron juzgados cinco empresarios y exfuncionarios que recibieron distintas penas de cárcel.
Boudou fue el primer vicepresidente procesado durante el ejercicio del cargo en la historia de Argentina y el más encumbrado funcionario de las administraciones de Fernández (2007-2015) y su esposo y antecesor Néstor Kirchner (2003-2007) en recibir una condena.
El exvicepresidente negó los cargos en su contra. "Jamás negocié por mí ni a través de terceros el 70% del paquete (accionario) de Ciccone... el supuesto del cohecho no tiene ningún asidero ni ningún vínculo con la prueba porque no existió", afirmó ante el tribunal poco antes de que se dictara la sentencia.
"Los políticos que deciden transformar la realidad son perseguidos inicialmente de forma mediática y después por el sistema de administración de leyes", concluyó el exvicepresidente ante los tres jueces que lo observaban.
Al conocerse la sentencia, seguidores del opositor Frente para la Victoria —la fuerza política creada por los Kirchner y bajo la cual Boudou ejerció la función pública— lo apoyaron al considerar que contribuyó a aplicar políticas que mejoraron la vida de los argentinos. "Fuerza, compañero, la lucha no termina", dijo la diputada Cristina Britez en su cuenta de Twitter.
Pero en las filas del oficialismo se celebró su condena. "Hoy puede ser un gran día: Boudou preso", afirmó la diputada oficialista Graciela Ocaña.
Fernández eligió personalmente a Boudou para que la acompañara durante su segundo mandato y en ello pesó la lealtad y la identificación del economista con el modelo, según los analistas.
Boudou era uno de los funcionarios más carismáticos del gabinete, tocaba la guitarra en conciertos de rock, conducía grandes motocicletas y estaba rodeado de bellas mujeres.
Cuando comenzaron las acusaciones en su contra fue sostenido en el cargo por la entonces mandataria, aunque comenzó a ser relegado de la escena pública.
El tribunal consideró que el exfuncionario recibió la mayor parte de las acciones de Ciccone Calcográfica de parte de sus dueños, a cambio de lograr del fisco un plan de pagos con grandes ventajas para sanear la deuda de la empresa.
Durante el proceso, Boudou ejerció su influencia para facilitar las maniobras de adquisición irregular de la empresa y su posterior "habilitación para contratar con el Estado Nacional" la impresión de billetes con la colaboración del resto de los acusados.
Otro de los condenados en el juicio fue el empresario José María Núñez Carmona —amigo de la juventud de Boudou—, a quien el tribunal impuso una pena de cinco años y seis meses de prisión y su encarcelamiento inmediato por considerarlo partícipe necesario de cohecho pasivo y de negociaciones incompatibles con la función pública.
En tanto Nicolás Ciccone, antiguo dueño de la imprenta, fue condenado a cuatro años y seis meses de cárcel por los mismos delitos, aunque los jueces determinaron que cumpla la detención en su domicilio por su avanzada edad.
El arrepentido Alejandro Vandenbroele, quien actuó como testaferro del exvicepresidente en sus maniobras de adquisición de la imprenta, recibió una condena de dos años excarcelable.
Rafael Resnick Brenner, exjefe de asesores del ente recaudador de impuestos, fue condenado a tres años de prisión excarcelables al igual que Guido Forcieri, quien fuera jefe de gabinete del Ministerio de Economía.