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Venezuela

La desesperación está llevando a muchos padres venezolanos a dejar a sus hijos en orfanatos

'No sabes lo que es ver a tus hijos pasar hambre', dice una desempleada madre de tres niños. '¿Qué se supone que debía hacer?'.

Caracas

Los niveles de pobreza y hambre que ha disparado la crisis en Venezuela están llevando a que muchos padres tomen la decisión desesperada de entregar a sus hijos en orfanatos, informa The Washington Post.

"La gente no puede encontrar comida", dijo al diario estadounidense Magdelis Salazar, una trabajadora social. "No pueden alimentar a sus hijos. Los están entregando no porque no los amen, sino porque los aman".

Un reportero del Washington Post visitó un orfanato de la organización sin ánimo de lucro Fundana, en Caracas, después de no recibir respuesta a sus solicitudes de visitar centros gestionados por el Gobierno venezolano.

Según la publicación, no hay estadísticas oficiales de niños abandonados o enviados a orfanatos por sus padres debido a razones económicas, pero trabajadores de Fundana y otras nueve organizaciones privadas y públicas que atienden a menores en situación vulnerable sugieren que hay miles de casos en todo el país.

Solo Fundana recibió unas 144 solicitudes para que aceptara a niños en sus instalaciones el año pasado. En 2016 fueron 24.

"No sabía qué más hacer", dijo casi llorando Angélica Pérez, de 32 años y madre de tres hijos de 14, cinco y tres años de edad.

Pérez perdió recientemente su trabajo como costurera. Su hijo menor contrajo una severa enfermedad de la piel y el hospital público que lo atendía no tenía medicamentos, así que gastó sus últimos ahorros comprando una pomada en una farmacia.

Su plan es dejar a los niños en el orfanato, donde sabe que serán alimentados, y viajar a Colombia a buscar trabajo. Tiene la esperanza de recuperarlos. Por lo general, a los niños se les permite quedarse en Fundana entre seis meses y un año antes de ser entregados en adopción o enviados a casas de acogida.

"No sabes lo que es ver a tus hijos pasar hambre", dijo Pérez. "No tienes idea. Siento que soy responsable, como si les hubiera fallado. Pero lo he intentado todo. No hay trabajo y ellos están cada vez más delgados", añadió. "¿Qué se supone que debía hacer?".

La crisis venezolana ha empeorado en los últimos años debido a la caída de los precios del petróleo y las desastrosas medidas del Gobierno de Nicolás Maduro, que acusa a la oposición y a los empresarios de una supuesta "guerra económica".

Un estudio realizado por la organización católica Cáritas en áreas pobres de cuatro estados venezolanos encontró que el porcentaje de niños menores de cinco años con problemas de nutrición saltó al 71%, desde el 54% registrado solo siete meses antes.

The Washington Post dijo que los encargados de Bienestar Infantil en el Gobierno venezolano no respondieron a peticiones de comentarios sobre el aumento del número de niños entregados a orfanatos.

Durante años, Venezuela tuvo una red de instituciones públicas para niños vulnerables que incluía protección temporal o de largo plazo. Pero trabajadores de Bienestar Infantil afirman que las instituciones están colapsando, que algunas corren el riesgo de cerrar debido a la escasez de fondos y a otras tienen una crítica falta de recursos. Así que está aumentando el número de padres que abandona a sus hijos en las calles.

Un funcionario de El Libertador, una de las zonas más pobres de la capital, calificó de "catastrófica" la situación de los orfanatos públicos y los centros de atención temporal.

"Tenemos graves problemas", dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato por miedo a represalias. "Definitivamente, hay más niños abandonados". Y no es solo eso, "sus condiciones de salud y nutrición son mucho peores" y "no podemos ocuparnos de ellos".

Con el sistema público sobrepasado, la carga recae cada vez más sobre instalaciones privadas, administradas por organizaciones sin fines de lucro y benéficas.

Leonardo Rodríguez, quien maneja una red de diez orfanatos y centros de atención en todo el país, dijo que en el pasado los niños colocados en sus centros casi siempre eran de hogares donde habían sufrido abuso físico o mental. Pero el año pasado las instituciones recibieron docenas de llamadas —hasta dos por semana— de mujeres desesperadas que buscaban entregar a sus hijos para que pudieran alimentarse. La demanda es tan alta que algunas de las instalaciones ahora tienen listas de espera.

Ante el aumento de las solicitudes, algunas organizaciones como Fundana han abierto segundos centros con la ayuda de donantes privados. Pero aun así tienen que rechazar docenas de solicitudes.

En Bambi House, el segundo orfanato privado más grande de Venezuela, las solicitudes de colocación aumentaron en un 30 por ciento el año pasado, dijo Erika Pardo, su fundadora. Los bebés, por los que antes había una gran demanda adopción y acogida, también se demoran ahora más tiempo al cuidado de la organización.

"Las familias de acogida están pidiendo niños mayores porque los pañales y los alimentos son imposibles de encontrar o están muy caros", dijo.

El número de mujeres embarazadas que busca poner a sus hijos en adopción también se ha disparado.

José Gregorio Hernández, dueño de una de las principales agencias de adopción de Venezuela, Proadopción, dijo que en 2017 su organización recibió de diez a 15 solicitudes mensuales de mujeres embarazadas que deseaban dar a sus bebés, en comparación con una o dos solicitudes por mes en 2016. Desbordada, la organización tuvo que rechazar a la mayoría de las mujeres. Aceptó 50 niños en 2017, frente a 30 en 2016.

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