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EEUU

Un joven con síndrome de Down crea un millonario negocio de venta de medias

Ha tenido clientes como Justin Trudeau y George H.W. Bush.

Nueva York

John Cronin, un joven estadounidense de 21 años que tiene síndrome de Down, se ha vuelto millonario con su empresa John's Crazy Socks (Las medias locas de John), informa BBC Mundo.

En un año, la empresa ha conseguido ingresos de 1,4 millones de dólares y clientes como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau y el expresidente de Estados Unidos, George H.W. Bush.

"Los calcetines son divertidos, creativos y coloridos, y me dejan ser como soy", cuenta John Cronin.

Mark Cronin, el padre de John, lo ha ayudado con la empresa: "Toda su vida John había usado calcetines coloridos y locos, era algo que le encantaba y entonces sugirió que deberíamos vender medias".

Actualmente John's Crazy Socks vende por internet cerca de 1.400 tipos diferentes de medias con todo tipo de diseños, que van desde gatos y perros, hasta Donald Trump.

"Cada orden es enviada el mismo día, junto a una bolsa de dulces y una tarjeta escrita a mano que dice "gracias". Y si el pedido es cerca, John va personalmente a dejarlos", explica la BBC.

Por su parte, Mark Cronin maneja los aspectos administrativos del negocio y dice que quieren ampliar la venta a tiendas, pues solo en un año han recibido 30.000 pedidos.

"John trabaja muy duro en la empresa. Normalmente estamos en la oficina antes de las 9:00 am y habitualmente no nos vamos antes de las 8:00 pm", cuenta Mark.

Asimismo, el padre destaca que no solo se trata de la parte comercial, que la empresa tiene un trabajo social.

"Donan el 5% de las ganancias a las Olimpiadas Especiales, que organiza eventos para personas con dificultades en el aprendizaje. También diseña 'calcetines conscientes' con el fin de juntar dinero para instituciones como la Sociedad del Síndrome de Down y la del Autismo en EEUU", detalla la BBC.

"Tenemos una misión social y de mercado que son indivisibles", señala Mark.

"Lo que hacemos es repartir felicidad", dice John quien trabaja con amigos y dice que lo pasa muy bien.

Un tercio de los empleados de John's Crazy Socks tiene algún grado de discapacidad y la empresa quiere aumentar esa cantidad.

"Estamos trabajando para mostrar lo que las personas con capacidades especiales pueden hacer", sostiene Mark.

Los calcetines de John's Crazy Socks valen menos de diez dólares.

"Me hace feliz porque me gusta ayudar a los clientes y me gusta trabajar con mi papá. El síndrome de Down nunca me ha detenido", concluye John.

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