El ministro de Salud de Venezuela, Luis López, dijo este sábado que no permitirá el ingreso de ayuda humanitaria al país, mientras en República Dominicana el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición realizaban una negociación política que incluía en la agenda la apertura de un canal humanitario.
"Aquí nadie se arrodilla ante el Imperio y mucho menos va a permitir que esta derecha imponga una supuesta ayuda humanitaria cuando nuestro pueblo está siendo atendido por el presidente Nicolás Maduro", dijo en Caracas el ministro a través del canal estatal VTV, reporta EFE.
El funcionario encabezó una jornada en casi todo el país para, según medios estatales, "beneficiar a más de 40.000 pacientes con la entrega de al menos 104.000 fármacos".
Las declaraciones de López fueron inmediatamente rechazadas por la oposición venezolana que presiona para lograr la apertura de un canal humanitario que permita el ingreso de alimentos y medicinas que escasean en el país.
El secretario político de la coalición opositora, Ángel Oropeza, difundió a través de Twitter un par de vídeos en los que representantes de organizaciones no gubernamentales tildan de "irresponsable" al ministro por sus comentarios.
Según estimaciones de la Federación Médica de Venezuela, la escasez de medicamentos en farmacias y hospitales es superior al 70%.
Los reportes sobre muertes por falta de medicamentos son abundantes; sin embargo, el oficialismo niega que el país esté atravesando una crisis o una emergencia humanitaria como advierten la oposición y organizaciones de salud.
Las negociaciones cierran sin avances
Entretanto, las negociaciones entre el Gobierno y miembros de la oposición se cerraron este sábado sin acuerdos para atenuar la crisis, aunque ambas partes reportaron "significativos avances", según un comunicado leído por el presidente dominicano, Danilo Medina.
"Gobierno y oposición declaran que se han producido significativos avances (...) El próximo 15 de diciembre celebraremos una nueva reunión de negociación, acá en Santo Domingo, con el objetivo de llegar a un acuerdo definitivo", indicaron las partes, reporta la AFP.
Los diálogos cuentan acompañamiento de Chile, México, Bolivia, Nicaragua y San Vicente y las Granadinas, así como del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
"Estamos muy cerca de un acuerdo", aseguró el principal negociador del chavismo, Jorge Rodríguez, sin mencionar los aspectos en los que habría consenso.
El funcionario ratificó la exigencia de Maduro de "cesar" lo que calificó como "un sabotaje salvaje a la economía y las finanzas venezolanas".
Según dijo, se trata de un "boicot" alentado por la oposición y Estados Unidos, que prohibió a sus ciudadanos y empresas negociar nueva deuda del país y su estatal petrolera PDVSA.
Por su parte, Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional y jefe de la delegación opositora, confió en que en la próxima reunión se pueda "lograr un camino claro para que cada venezolano sea el que decida el futuro en unas elecciones libres, claras, transparentes, con garantías".
El 'canal humanitario', una prioridad
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) considera prioritario un "canal humanitario" para la entrada de alimentos básicos y medicinas, en severa escasez, y establecer condiciones claras para las presidenciales de 2018.
El problema de la falta de medicinas también estuvo en las negociaciones. Francisco Valencia, presidente de la ONG venezolana de derechos humanos Codevida, pidió en Santo Domingo una "solución inmediata" para el desabastecimiento, que —sostiene— alcanza el 95%.
Según Codevida, unos cuatro millones de venezolanos con padecimientos crónicos como cáncer o hipertensión están afectados.
"¡No consigo mis medicamentos hace seis meses!", gritó Valencia, quien tiene un trasplante de riñón, durante la comparecencia de Rodríguez.
"Sí, tenemos problemas, pero no tenga la menor duda de que lo vamos a resolver", respondió el delegado de Maduro.
La MUD también demanda la liberación de unos 300 presos políticos.
Por su parte, el presidente Maduro aprovechó para remarcar el viernes las divisiones en la alianza opositora en torno al diálogo, al agradecer el "espíritu colaboracionista" de los dirigentes presentes en República Dominicana. Algunos sectores consideran esos contactos "una treta" del mandatario.