Mae Liz Orrego Wennick nació en La Habana, tiene 34 años y salió de Cuba en 1996 hacia Suecia, país en el que se naturalizó poco después. Reside desde hace cinco años en Bruselas y es consejera política del Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE, por sus siglas en inglés) ante el Parlamento Europeo en temas de transporte, infraestructura y Mercosur.
Antes de ser reclutada por el Parlamento Europeo fue consejera política para el partido ALDE, a nivel europeo, como responsable de la sección de Europa del Sur, Reino Unido e Irlanda. Cursó sus estudios en la Universidad de Estocolmo y además ha trabajado con temas de democracia para América Latina tanto en SILC como en Freedom House.
Con ella hablamos sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
¿Cuál ha sido la reacción en el Parlamento Europeo tras el resultado del referéndum británico?
Es un día triste para Europa pues puede ser el inicio de una tendencia muy peligrosa y populista si no se toman las medidas correctas. Hay que sacar provecho de esta lección y reformar la UE.
El Parlamento está abarrotado de prensa, los colegas están consternados y hay un silencio muy pesado en los pasillos, se palpa hasta en el aire que respiramos. Acaban de convocar un pleno extraordinario para el próximo martes en el que se discutirá la salida del Reino Unido, y que creo que la próxima sesión de Estrasburgo, la última antes del verano, va a ser muy tensa.
¿Qué ocurrirá con Europa a largo plazo como consecuencia del Brexit?
Para empezar, tanto Escocia como Irlanda del Norte votaron a favor de mantenerse en la UE y a esto habrá que buscarle una salida que, a largo plazo, podrá disolver el Reino Unido de Gran Bretaña. Hay que tener en cuenta que Escocia puede exigir también otro referéndum.
En relación con Europa, primero que todo habrá que respetar el mandato de cinco años vigentes para todos los eurodiputados hasta mayo de 2019. Posteriormente, los ingleses tendrán que sentarse a negociar su salida y para ello crear un equipo lo suficientemente competente, capaz de minimizar los daños colaterales, pues los beneficios ya no serán los mismos para nadie.
Lo importante ahora es reformar la UE y renegociar el Tratado de Lisboa con vista a frenar la actual ola de populismo.
¿Es posible que otros países europeos se sumen a cuestionar su pertenencia a la UE?
Espero que no, pero obviamente la Francia de Marine Le Pen quiere llevar a cabo un referéndum, y lo mismo por parte de Wilders en Holanda. Son personas que han encontrado una manera de justificar su existencia "política" basándose en el populismo y en el odio hacia la UE, pero si los sacas de ese tema carecen totalmente de sustancia y no tienen nada que aportar concretamente. Sus retóricas no son constructivas, y persiguen el objetivo de hacerse con el poder, lo que los convierte en gente muy peligrosa y manipuladora.
¿Hasta qué punto pueden las consecuencias económicas afectar al euro?
Es cierto que esta mañana ya ha habido una fuga de capital de los bancos europeos y que las bolsas principales han abierto con pérdidas. Obviamente, esta situación acarrea inestabilidad para Europa, su economía, y su poder de inversión, pero el euro se puede recuperar poco a poco.
El mercado interior de la UE es una pieza fundamental que se verá afectada ya que la economía del Reino Unido es una de las más sólidas del mundo y de Europa. Estos mecanismos se mueven en simbiosis.
Ahora los británicos tienen que pagar la misma suma o más de lo que pagaban como contribución a la UE, solo para acceder al mercado único interior. Sus productos no entrarán con la misma facilidad y esto repercute negativamente en las ventas.
Es muy posible que Fráncfort pase a ser el centro financiero de Europa, y Londres se quedé atrás. Las consecuencias se sentirán en todo el Reino Unido.
Desde una perspectiva histórica, ¿cómo afecta esta ruptura los valores y principios fundamentales de la UE?
La UE es un proyecto de cooperación económica, de paz, y una base de desarrollo para toda Europa. Es evidente que esto es un golpe muy duro para todos y para el proyecto en sí. Las negociaciones de salida tomarán por lo menos dos años porque no es fácil dejar la UE —la idea fue siempre de que resultara imposible.
La UE va a enviar un mensaje al resto de sus miembros y creo que las consecuencias van a ser palpables. Entre los principios fundamentales de la UE está el movimiento libre de personas, servicios y mercancías. No sé exactamente qué impacto concreto tendrá, pero lo iremos viendo en el día a día. Hoy se ha reactivado el Artículo 50 del Tratado de la UE que regula el procedimiento de retirada.
Todo Estado miembro podrá decidir retirarse de la UE de conformidad con sus normas constitucionales, y falta por ver las consecuencias políticas y económicas de todo. David Cameron ha renunciado a su cargo de primer ministro y dejará el puesto en octubre. En Bruselas las fichas se están moviendo a todos los niveles y el objetivo es evitar la disolución del proyecto y mantenerlo a toda costa.