El Gobierno de España, a través de su secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Israel Arroyo, admitió esta semana que la deuda de casi 2.000 millones de euros que mantiene el régimen cubano con el país ibérico "tiene difícil solución", toda vez que, a pesar de acuerdos bilaterales en este sentido, "Cuba no puede pagar esa deuda", informó la agencia Europa Press.
Durante una comparecencia ante el Congreso de los Diputados, Arroyo explicó que la deuda tiene su origen en el antiguo Fondo de Ayuda al Desarrollo, de los años 80 y 90. Más allá de recalcar que la situación de debacle total en la que se encuentra la economía cubana le impide pagar la cantidad adeudada, el funcionario detalló que, en los últimos años, "se han desarrollado diferentes acuerdos de reestructuración y quita de deuda".
Los dos acuerdos más importantes en este sentido fueron en 2015 y 2016, con Mariano Rajoy (PP) al frente del Ejecutivo, cuando "se produjo una reestructuración, con un alargamiento de los plazos y una quita", dijo. En 2021, ya con Pedro Sánchez (PSOE) en Moncloa, Madrid y La Habana firmaron un nuevo acuerdo de reestructuración, esta vez sin quita, luego de que el régimen no cumpliera los anteriores. "Es un problema de difícil solución mientras Cuba no pueda pagar, porque ahora mismo la situación es la que es", enfatizó.
Arroyo explicó, además, que la cantidad adeudada por La Habana es la suma de distintos conceptos: deuda soberana, privada y de acuerdos con organismos multilaterales.
De los acuerdos firmados, el de 2015 condonó 110,8 millones de euros, mientras otros 40 millones pasaron a integrar un fondo que aporta subvenciones a empresas españolas, como incentivo a sus inversiones en Cuba.
En diciembre de ese año, España suscribió, junto al resto de acreedores del Club de París —un espacio de discusión y negociación entre acreedores oficiales y países deudores—, un acuerdo de alivio de deuda con La Habana "cuyos términos fueron consensuados a nivel multilateral y que supuso una reestructuración con quita de la deuda".
Gracias a este acuerdo del Club de París, histórico para el régimen, se le perdonaron a La Habana 8.500 millones de los 11.100 millones de dólares de la deuda soberana que dejó de pagar en 1986, más los cargos.
Este pacto supuso para España perder 1.709 millones de euros en concepto de intereses. A pesar de estas condiciones, La Habana incumplió parcialmente sus obligaciones en 2019, y en 2020 se declaró incapaz de asumir la cuota en su totalidad. La deuda de Cuba con España supone casi dos tercios de la que tiene con toda Hispanoamérica, que ascendería a más de 3.000 millones de euros.
El del Club de París, que incluye a España, y los que ha negociado Madrid por separado, no son los únicos perdones o reestructuraciones que ha recibido La Habana sobre su deuda externa. En 2011 China le perdonó 6.000 millones de dólares, en 2013 México lo eximió de pagar 487 millones y en 2014 Rusia hizo lo mismo con 35.000 millones.
"Sin esos perdones de deuda que funcionan como una lamentable financiación directa de algunas democracias a esta dictadura, el Estado cubano, fiscalmente irresponsable y pésimo inversor, hace muchos años tendría que haberse declarado en default, lo que habría ayudado enormemente a ponerle un punto final a su gestión tan inepta como criminal", opinó la economista Rafaela Cruz en un artículo para DIARIO DE CUBA.
La Oficina Nacional de Estadísticas e Información reconoce una deuda externa total de 18.284 millones, algo que el think tank Economist Intelligence Unit eleva a 27.205 millones de dólares, con lo que puede estimarse que el endeudamiento de Cuba con relación a su PIB es de más o menos el 25%.
Sean sinceros, no tiene ninguna solución, perdieron el dinero por gallegos y punto.