Unos 489.000 visitantes internacionales llegaron a Cuba entre enero y febrero de 2023, cifra que representa el 51% de los que visitaron la Isla en igual período de 2019, reportó el sitio oficial Cubadebate.
Cuba está a la cola del Caribe en la recuperación del turismo después del golpe al sector que significó la pandemia de Covid-19.
El turismo canadiense, principal mercado emisor hacia la Isla, alcanzó un 80% en enero y febrero con respecto a 2019. 252.650 turistas de ese país viajaron a la Isla. El 67,2% de los visitantes internacionales está representado por tres mercados: Canadá, los cubanos residentes en el exterior (51.187) y EEUU (24.451). Estos mercados son los que tienen mayor conectividad aérea con Cuba.
Los arribos desde los mercados tradicionales de Europa mantienen bajas cifras en las llegadas: Reino Unido (13.596), Alemania (13.585), Francia (13.103), Italia (11.373), España (10.613) y Rusia (20.589).
En lo que va de 2023, las cifras de arribos por vía marítima no resulta significativa: 12.180 visitantes. De estos, 3.794 eran tripulantes de embarcaciones. El marcado de cruceros se ha visto seriamente afectado en Cuba tras las restricciones que la Administración de Donald Trump impuso a ese tipo de viajes hacia la Isla. EEUU es el principal emisor de cruceros y yates de todo el Caribe.
Hace pocos días el economista Pedro Monreal calificaba de débil la recuperación del sector turístico en Cuba. "Los visitantes de enero de 2023 representaron el 63,3% de la cifra alcanzada en enero de 2020 y aproximadamente la mitad del número récord de enero de 2018", dijo Monreal.
En este escenario influye sin dudas la crisis económica que afecta a Europa a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania. De mantenerse estos indicadores, sugirió Monreal, mejorar las cifras de visitantes dependerá de los canadienses y de los mismos cubanos que residen en el exterior.
Ah, los canadienses. Bueno, al menos son fieles a sus "principios," o falta de ellos. Y tanto que presumen de ser "progresistas." Miserables hipócritas.
Los canadienses no van a Cuba sino a un terreno perdido en medio del Caribe que sus empresas turísticas le han comprado a los mafiosos muertos de hambre.