Este 10 de octubre empezó la campaña tabacalera en la provincia de Holguín, con la tradicional siembra de hectáreas en los cuatro municipios con cultivos, (Mayarí, Sagua de Tánamo, Calixto García y Holguín). Sin embargo, la arrancada no ha tenido la cobertura de costumbre en la prensa oficialista cubana.
Tal vez esto se deba a los malos augurios de la presente campaña, debido a los pocos insumos, que los campesinos deben comprar a elevados precios, y al disgusto de los productores, que ha llevado a muchos a abandonar el cultivo.
Desde hace años, los vegueros cubanos se quejan de que los precios que les paga la estatal Tabacuba por sus cosechas ni siquiera cubren la inversión realizada. Aunque celebran que la empresa haya subido esos pagos, afirman que aún están demasiado distantes de los costos de producción y la inflación desmesurada que ha provocado la Tarea Ordenamiento. Esas incongruencias desestimulan y han llevado a la quiebra a no pocos productores.
"Ahora la cosa es con el 'tapado'", comentó un productor holguinero refiriéndose a las siembras con cobertura de tela destinadas a producir capas finas para la fabricación de puros de exportación. "En la selección de capas, por cualquier bobería el tabaco no califica y entra en clases que no valen nada. Hojas que en el otro departamento, 'al sol palo', se venderían al máximo precio (más de 7.000 pesos el quintal), en la selección del 'tapado' las clasifican como 'tripa', y la pagan más barata que la tripa al sol. Es un abuso, una falta de respeto y un robo", se quejó.
"Se entiende que las capas de exportación subieron bastante y, si uno las logra, da el palo. También se entiende que si suben mucho el precio de las clases que no son capas de exportación, los productores no se esfuerzan para coger capas buenas. Claro que se entiende. Pero una cosa es estimular el buen trabajo y otra es pagar por debajo del costo de producción un tabaco (en hojas) que falló en detalles para ser de primera clase, pero sigue teniendo utilidad para producir tabacos y cigarros nacionales", opinó otro productor que pidió no ser identificado.
Fuentes de DIARIO DE CUBA en Mayarí, el municipio más tabacalero de Holguín, señalaron que "se han creado mecanismos de estimulación, como la entrega de un porcentaje del pago del tabaco de exportación en MLC. Pero hay productores que están esperando desde junio a que les depositen los MLC en sus tarjetas y todavía nada".
"Para el tabaco al 'sol palo', que es principalmente para el consumo nacional, Tabacuba subió el precio que paga en casi un 90% con respecto al que había puesto en enero. Puede que sea factible y puede que no, porque todavía no se conocen los precios de todos los insumos. Pero, a juzgar por los que se ya se conocen, será un problema", consideró un agricultor.
"La empresa está en crisis porque, aunque hay planes de crecimiento y mucho potencial, no le llegan los recursos, no parece estar priorizado el tabaco por la dirección del país a pesar, de que es para la exportación. Y el tabaco no es como dice Díaz Canel, que si baja el rendimiento porque no hay insumos se siembra el doble: si se siembra el doble, se pierde el doble. Es un cultivo intensivo, no extensivo; muy delicado, casi artesanal. Si no le pones lo que lleva, se jode", añadió.
"Incluso un productor excelente puede malograr su cosecha de capas por cuestiones ajenas a su trabajo y hasta por mal manejo de la empresa. Por eso no es ni justo ni prudente que haya clases de tabaco con precios por debajo del costo de producción", señaló el veguero.
"Me atrevo a asegurar que entre las incongruencias en el precio del tabaco tapado y la falta y carestía de los insumos, va a bajar aún más la producción de tabaco en Cuba, a niveles de hace cinco años atrás, y luego costará años recuperarla. Todo por la falta de visión y burocratismo que imperan, aunque digan que lo quieren superar", concluyó.
La provincia de Holguín no ha hecho público su plan de este año, ni si logró alcanzar las 1.100 hectáreas planificadas para la pasada campaña. La información que circula extraoficialmente es que no se cumplió ni la siembra ni el plan en toneladas. Y en un contexto aún más adverso por el recrudecimiento de la crisis económica, hay serias dudas sobre la posibilidad de que el territorio se mantenga por encima de las 1.000 hectáreas alcanzadas en la campaña 2019-2020.