El régimen cubano revalidó el 10 de octubre su silla en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a pesar de sus continuas violaciones en esta materia. Pertenecer a este organismo le garantiza al Gobierno la posibilidad de bloquear las resoluciones que vayan en contra de sus intereses y los de sus aliados, según la abogada Laritza Diversent, directora de Cubalex.
La jurista destaca el visible esfuerzo que ha puesto a lo largo de los años el régimen en mantener su puesto en el Consejo desde que se creó en 2006. La revalidación de La Habana envía un mensaje equivocado a otras naciones que violan los derechos humanos.
"El Gobierno cubano fue uno de los estados que más presionó en la reforma de la comisión que se convirtió luego en Consejo. El régimen ha invertido cuantiosos recursos en diplomacia y derecho internacional para pertenecer a esta institución. Lo peligroso es que está mandando un mensaje erróneo a otros países violadores de los derechos humanos. La revalidación de Cuba ha sido una medalla para la dictadura", asegura Diversent en Los Puntos a las Íes.
Las denuncias por violaciones de los derechos humanos, especialmente por detenciones arbitrarias por motivos de opinión política, se han disparado en la Isla, sobre todo después del 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos se lanzaron a las calles a pedir un cambio.
A pesar del aumento de la represión en Cuba, no hay ningún impedimento formal que imposibilite que el régimen pertenezca al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, según Sergio Ángel, director de la fundación de protección de derechos humanos 4Métrica.
"Son los representantes diplomáticos de cada país los que formulan el documento formal para pertenecer al organismo. Lo que presenta La Habana es básicamente una descripción de todo lo que no sucede en Cuba, pero no hay manera de contrastarlo, no hay voces de la Sociedad Civil", dice Sergio Ángel.
La revalidación del régimen en el Consejo es un duro golpe para la sociedad civil cubana que ve cómo su verdugo gana autoridad internacional en materia de derechos humanos.
"El Gobierno ahora tendrá más poder para evitar que la sociedad civil tenga protagonismo durante los próximos tres años. Ante esto los ciudadanos no se deben desmoralizar, sino ser más activos, enviar más denuncias, mostrar la realidad de Cuba en los espacios cubanos e internacionales. Debemos presionar a los que tienen poder", dice la activista y miembro de Artículo19, Claudia Ordoñez.
Según los datos de la fundación Artículo 19, la violación de los derechos humanos en Cuba es particular porque el Estado tiene una política de negación y castigo al ejercicio de estos derechos.
"Es un país donde se ha construido por 60 años una política de silenciamiento, persecución y censura en contra de periodistas, activistas, artistas y cualquier ciudadano que condene al régimen", señala Ordoñez.
Si bien las violaciones de los derechos humanos en Cuba han sido sistemáticas, en los últimos dos años el deterioro en esta materia ha sido excesivo. El régimen no sólo ha arremetido contra la libertad de expresarse, sino contra derechos básicos como el de tener una vida digna, asociarse y alimentarse.
Parece que la ONU todavía no se ha enterado que en 1949 se aprobó el "Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena".