El preso político cubano Reynaldo Dell Arias, condenado a ocho años de privación de libertad por su participación en las protestas del 11 de julio, se encuentra con un estado de salud muy deteriorado tras permanecer 14 días en huelga de hambre en la prisión de Boniato, ubicada en Santiago de Cuba, informó Radio Televisión Martí.
Según la información divulgada por el mencionado medio de prensa, el manifestante cubano se encuentra ingresado en el centro hospitalario de la Prisión de Boniato debido a su deterioro físico producto de la huelga de hambre.
Juana Elsa Álvarez Elegia, madre de otro manifestante que se encuentra encarcelado en el mismo penal, dijo al medio estadounidense que Dell Arias lleva 14 días en huelga de hambre exigiendo su liberación, según la cuenta que lleva su hijo.
Dell Arias, de 49 años, fue procesado por los delitos de desórdenes públicos, desacato y atentado en diciembre del 2021 debido a su participación en las protestas del 11J en Palma Soriano, Santiago de Cuba.
También el manifestante del 11J cubano Alexander Díaz Rodríguez se encuentra en un estado de salud muy delicado producto de un cáncer que le fue detectado recientemente, informó el medio independiente Cubanet.
Según testimonios de prisioneros, Díaz Rodríguez lleva días fiebre, palidez, pérdida de peso, y una inflamación en el área del cuello, donde se le reventó un quiste.
El preso político cubano fue llevado recientemente a una consulta de oncología en el hospital de San Antonio de Los Baños, donde los médicos detectaron que padece de cáncer y le advirtieron a los responsables del penal que era necesario ingresarlo y proporcionarle una dieta específica.
Pese a las recomendaciones de los médicos, Díaz Rodríguez permanece en una celda, donde vomita todos los alimentos que ingiere, según denunciaron otros reclusos del penal.
La pasada semana ONG Justicia 11J alertó en sus redes sociales sobre al menos diez casos de presos políticos cubanos que se encuentran enfermos, necesitado de atención médica o plantados, según las denuncias realizadas por familiares, activistas y defensores de los derechos humanos.
Este fin de semana el Parlamento del País Vasco, una comunidad autónoma española que se ha caracterizado por tener una buena relación con el régimen, aprobó una resolución que condena la represión en Cuba y exige la liberación de los prisioneros políticos, informó Radio Televisión Martí.
La entidad vasca también pidió al régimen una "apertura democrática y económica" en una resolución impulsada por iniciativa del Partido Popular (PP) y Ciudadanos y con el apoyo del Partido Nacionalista Vasco y el Partido Socialista de Euskadi.
El político del PP Carmelo Barrios, quien impulsó la moción, dijo que "quienes se manifestaron en julio de 2021 en las calles y plazas de Cuba, han sufrido y están sufriendo un calvario de represión, detenciones, encarcelamientos y juicios injustos".
Txarli Prieto San Vicente, del Partido Socialista de Euskadi, denunció la "represión violenta y las detenciones arbitrarias" tras las protestas, por lo que exigió "la libertad de manifestantes y de quienes tengan la consideración de presos políticos", aunque dijo que para ellos la eliminación del embargo fundamental es un paso fundamental en ese sentido.