Si hay una pasión para la investigadora Micaela Hierro (Buenos Aires, 1979) esa es Cuba, y el fruto más reciente son las casi 600 páginas sobre Memoria y cultura por la democracia en la Isla, una enjundiosa investigación que documenta las iniciativas de la sociedad civil independiente en medio de la tiranía socialista.
Hierro, quien lleva años estudiando y conociendo la realidad cubana como pocos latinoamericanos, no se ha dejado seducir por marcas románticas como el internacionalismo proletario o el resentimiento tercermundista frente al primer mundo. Su análisis sobre Cuba antepone el cristal del pragmatismo al del sentimiento, se enfoca en las acciones de la Revolución marxista antes que en sus promesas.
Este foco no es gratuito, sino una derivación del trabajo de campo de la autora. En enero de 2012 fue detenida e interrogada durante cuatro horas en la provincia Pinar del Río tras varios días de visita a miembros de la sociedad civil en ese, su tercer viaje a la Isla.
Esa vivencia la convenció del pequeño infierno insular atravesado por quienes disienten del totalitarismo en Cuba.
Algunos de ellos, como el escritor Orlando Luis Pardo Lazo, defensor del libertarismo, o Félix Navarro Rodríguez, preso de la llamada Primavera Negra, y tras las rejas actualmente con una condena de nueve años por manifestarse el 11 de julio de 2021, ofrecieron largas entrevistas para el libro, publicado por la ONG Cultura Democrática.
La obra, por supuesto, corre un riesgo: el de narrar la historia con hechos tan recientes. Para ello, eso sí, la investigadora retrocede un paso en la observación, y compila la información sin adjetivaciones.
Rafael Almanza, intelectual camagüeyano escribió en el prólogo: "Cuba es un extraño país donde, según la ofensiva frase de Carlos Fuentes, la historia es un cuento de hadas. Porque el país fue fundado por hombres de categoría indisputable: Varela, Agramonte, Martí", y "todas las ideologías han aprovechado esa circunstancia excepcional para dormirnos con glorias pasadas".
El libro de Hierro viene entonces a renderizar esa edición del país que algunos podrían pensar congelada, en tanto ordena, sintetiza, y pone en contexto los esfuerzos de ciudadanos que, frente al autoritarismo, no se conforman con vanas genealogías, sino que de ellas toman fuerza para actuar frente al tirano.
Durante los 30 años que van hasta la primavera de 2022, período en que cierra el libro, Almanza recuerda que Cuba atestiguó "el fin del socialismo en el mundo y la sobrevivencia del propio". En ese escenario, parece inevitable el cansancio del demócrata que envejece en la lucha, "que recuerda que tres décadas fueron suficientes para sacar a España de Cuba, y el desconcierto de los jóvenes que reciben un país de estancamiento final, fugas sin fin, catástrofes innecesarias y vergüenza compartida".
El volumen de Hierro, sin dudas, puede ser leído con cierta desesperanza. Tanta vida estrellada contra el muro rojo que circunda la Isla. Pero otra lectura es la de la admiración. Tanta fuerza apostada por la libertad, la de patriotas como aquellos con los que conversó en sus viajes de 2009 y 2010: el padre Conrado, los activistas Laura Pollán y Oswaldo Paya, o al escritor Jorge Olivera, entre otros.
Las iniciativas que el libro recoge contestan preguntas pesimistamente habituales en debates de la cubanología actual. ¿Qué proyecto de país puede suplantar al del régimen castrista una vez que caiga?, por ejemplo. Hierro recuerda el "Documento para la transición democrática", ideado por Oscar Elías Biscet en 2013, el Proyecto Emilia. El periodista independiente Boris González Arenas, uno de sus promotores, lo catalogaba como una demanda de ordenamiento jurídico para restablecer la soberanía popular, "garantía de los derechos humanos básicos, elecciones libres y transparentes, igualdad ante la ley, equilibrio de poderes independientes y pluralismo".
Este es un valor indiscutible del libro, el ser un catalejo para volver la mirada, venerar la obra que antecede el pulso actual de la sociedad civil y tomar, Dios quiera, conciencia de errores y aciertos. Ahora, falta mirar.
Memoria y cultura por la democracia se presentará el próximo 14 de mayo en la Feria del Libro de Buenos Aires.