La cubana Caridad Castro Ruiz pidió justicia y libertad para su hijo de 20 años, Kevin Damián Frómeta Castro, detenido a raíz de las protestas del pasado 11 de julio en La Habana, para quien la Fiscalía Provincial pide 18 años de privación de libertad por el presunto delito de "sedición".
"¿Cómo se le explica a un niño, que no es un delincuente, que ha sido criado desde el amor de la familia, cómo se le explica a un niño que es el sentido de tu vida, que no ha matado a nadie, que no ha violado, que sus próximos 18 años los va a pasar tras las rejas?", se preguntó Castro Ruiz, desconsolada y sumida en llanto, en un video publicado por Justicia 11J.
El grupo precisó que Kevin Damián Castro Ruiz tenía 19 años en el momento de los hechos. Cumplió el 15 de octubre sus 20 años en prisión.
"¿Cómo vive una madre con este dolor? ¿Dónde está la justicia en Cuba? Yo creí que vivíamos en un país seguro, en un país donde podíamos crecer, donde había benevolencia y desagraciadamente me he dado de golpe en la cara con esta sentencia acérrima, brutal. ¿Cómo puede alguno dormir tranquilo ante tanta injusticia?", cuestionó.
"Mi dolor es el de todas las madres cubanas que estamos pasando por esto. Mi hijo es un muchacho bueno, buen vecino, trabajador, que le colaba café a sus vecinos, que le gustaban las películas cubanas. Ahora me le han destruido la vida, a él y a todos nosotros. Pido justicia para mi hijo, pido libertad", concluyó.
La Fiscalía Provincial de La Habana ha comenzado a utilizar el delito de sedición para enjuiciar a adolescentes y jóvenes cubanos de La Güinera y Mantilla (municipio Arroyo Naranjo) y de Diez de Octubre, que participaron en las protestas del 11 y 12 de julio pasado en esos barrios de la capital.
Kevin Damián Frómeta Castro es uno de los 76 manifestantes capitalinos, entre ellos casi una decena de menores de 18 años, que están siendo procesados bajo este delito. Las peticiones fiscales oscilan entre los 13 años y los 27 años de privación de libertad.
El 15 de julio, cuatro días después del estallido de las protestas más significativas ocurridas en Cuba desde 1959, el vocero del régimen Humberto López, anunció en el programa televisivo Hacemos Cuba, que los detenidos en las manifestaciones podrían ser acusados por los delitos de desorden público, instigación a delinquir, robo con fuerza, resistencia, atentado, lesiones, desacato, daños a la propiedad y propagación de epidemias.
Los cargos de los que inicialmente se acusó a los manifestantes, así como las peticiones fiscales, tenían como primer objetivo escarmentar a quienes participaron en las protestas: que cuando cumplan sus sentencias, o incluso si son finalmente liberados tras meses de prisión provisional en los que muchos han denunciado haber sufrido abusos físicos y psicológicos y falta de atención médica, no se les vuelva a ocurrir algo semejante.
Según un análisis publicado por DIARIO DE CUBA, el segundo objetivo ha sido desalentar a futuros promotores y participantes en protestas y se da a raíz de los anuncios de nuevas manifestaciones con la convocatoria del 15N.
La Historia ha demostrado que mientras más brutal y asesina sea una dictadura, más hondo cava su tumba; nunca una tiranía ha perdurado eternamente.
¡Patria y Vida!!!!