Xiomara Cruz Miranda, la activista de las Damas de Blanco que fuera excarcelada por el régimen de Cuba debido a su delicado estado de salud y que lleva cuatro meses hospitalizada en Miami, estuvo expuesta a "sustancias químicas" mientras permaneció encarcelada.
Los médicos que la atienden en EEUU llegaron a esa conclusión tras realizar exámenes radiográficos, tomografías y scanners que los llevaron a concluir que el pulmón izquierdo de la paciente está casi colapsado.
"El pulmón está prácticamente necrosado y no colapsado", declaró a Radio Televisión Martí el doctor Alfredo Melgar, especialista en Medicina Interna que atiende a Cruz Miranda.
El especialista precisó que el pulmón no ha respondido al tratamiento a que ha sido sometido, ni siquiera a la respiración artificial.
Melgar aseguró que varios profesionales consultados sospechan que el de la Dama de Blanco es un padecimiento común en personas que han sido expuestas a sustancias químicas, como sílica o fibras de asbestos, y que "suele presentarse en trabajadores de las minas de carbón".
"Xiomara me ha contado que durante el internamiento en la prisión de Ciego de Ávila estuvo expuesta a un olor muy fuerte, como a éter, que le provocaba desmayos. Es decir, que además de haber sido víctima de infecciones provocadas, también estuvo expuesta a productos químicos que le han ocasionado un daño pulmonar posiblemente irreversible", denunció.
Cruz Miranda llegó a Miami el 21 de enero pasado gracias a una visa humanitaria y desde entonces permanece en el Hospital Jackson Memorial.
A pesar de que sigue estando en graves condiciones de salud, Melgar dijo que cuando llegó de La Habana el cuadro de la paciente era extremadamente grave, pues había perdido 80 libras y sufría una falta de aire tan aguda que apenas podía hablar.
"Ha sido tratada con todos los antibióticos disponibles, medicamentos de última generación, y la infección que aparentemente contrajo en Cuba, ha sido erradicada", comentó Melgar.
"Ha aumentado algo de peso, se mantiene con oxígeno y alimentación vía sonda gástrica", dijo el doctor, quien aseguró que es "una mujer fuerte, lucha por su vida y sueña todos los días con regresar a Cuba".
La hija de Cruz Miranda, Clara Iznaga, aseguró desde La Habana que habla con su madre a través de videollamadas diarias. "Se siente ansiosa porque no puede recibir visitas en estos tiempos de pandemia y dice que me extraña mucho", comentó.
En febrero, tras realizar a la paciente los exámenes preliminares, el propio doctor Melgar denunció que Cruz Miranda tenía las bacterias klebsiella, pseudomona y micobacteria, tres gérmenes "muy agresivos" que, de acuerdo con el médico, pudieron haber sido introducidos a través de "una inyección" y serían una prueba de que el régimen de La Habana le inoculó algún agente patógeno.
En esa ocasión, el especialista contó que los médicos que trataron a la enferma en Cuba le pidieron a Cruz Miranda "que se fuera a casa, pero que no usara el oxígeno, porque supuestamente es malo. (...) ¿Cómo se le va a decir a una persona que tiene un solo pulmón [trabajando bien] que no use oxígeno, teniendo una máquina de oxígeno que se le envió desde Miami? Si no usa oxígeno, se muere", enfatizó.
Para el doctor Melgar, hubo una "cadena de negligencias (...) desinterés por ver que es una disidente, que es una desafecta al régimen", como una "forma indirecta de eliminarla, como han hecho con otros".
Los antibióticos que usaron en Cuba, de acuerdo con lo que ha revisado el doctor Melgar y su equipo, tampoco fueron correctos, porque "no hicieron los estudios para determinar las bacterias que la están afectando. (...) Le dieron antibióticos al azar, a ciegas".
El doctor aseguró que si Cruz Miranda no arriba a Miami para recibir la atención adecuada, "no hubiera sobrevivido".
