La sociedad civil de la Isla necesita mantener una "presión política y pública sobre la Unión Europea (UE) para que el Acuerdo de Diálogo y Cooperación entre Cuba y la UE pueda tener consecuencias positivas", dijo esta semana a DIARIO DE CUBA Erik Jennische, director de programas para América Latina de la organización Civil Rights Defenders (CRD).
Jennische remitió sus opiniones a este periódico luego de la celebración del evento "Cartas de la sociedad civil cubana para la UE", organizado por el eurodiputado español José Ramón Bauzá el pasado martes en Bruselas.
A la reunión solo pudieron asistir la abogada cubana Laritza Diversent y los activistas Rosa María Payá y Juan Adolfo Fernández Sainz, después que el régimen de La Habana prohibiera viajar a Europa a cinco de los participantes del evento.
Sin embargo, el Gobierno de la Isla no pudo impedir que la representación de la Isla fuera escuchada ―en vivo o mediante grabaciones de video― por miembros del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y el Parlamento Europeo (PE).
Tras la intervención de los cubanos, Jennische mantiene que las organizaciones de la sociedad civil, tanto las de la Isla como las de Europa, necesitan "exigir seguimiento de las cláusulas sobre democracia y derechos humanos del Acuerdo de Diálogo y Cooperación entre Cuba y la UE, y que la UE adopte medidas cuando el Gobierno de Cuba las viole".
Después del encuentro entre funcionarios europeos y los activistas cubanos que representaron a la Isla, Javier Niño Pérez, subdirector en funciones de la Dirección de las Américas SEAE recordó que "el objetivo de la política de la UE es la democratización de Cuba".
"Ese objetivo no ha cambiado desde que estaba en vigor la Posición Común de la UE sobre Cuba. Solamente ha cambiado la estrategia", confirmó Niño Pérez.
"La sociedad civil cubana siempre está invitada a discutir con la UE sobre la implementación del Acuerdo de Diálogo y Cooperación entre Cuba y la UE", añadió.
No obstante, Jennische recordó a DIARIO DE CUBA que los funcionarios europeos "no se comprometieron a ninguna acción concreta" aun cuando CRD pidió "un encuentro en la oficina de la delegación de la UE en La Habana con todas las organizaciones y personas que contribuyeron al proyecto 'Cartas de Cuba para la UE'".
"Tampoco prometieron que la sociedad civil cubana ni la europea serían invitadas a participar en el diálogo de derechos humanos que se realiza todos los años entre Cuba y la UE, y que es parte del Acuerdo".
Tanto Jennische como los representantes de la sociedad civil cubana se reunieron con "casi una docena de miembros del PE y de sus representantes, de cuatro grupos políticos".
"Quedó muy claro que hay un interés grande por las consecuencias del Acuerdo entre la UE y Cuba. Y preocupaciones por la respuesta de todos nosotros: por un lado no ha tenido consecuencias positivas y, por otro, las violaciones sistemáticas de los DDHH han empeorado desde que se firmó", apuntó Jennische.
Por su parte, los funcionarios europeos se habrían comprometido a hacer un seguimiento de la resolución adoptada por el Parlamento Europeo el 28 de noviembre 2019, que además de exigir el respeto por los derechos humanos en Cuba considera el encarcelamiento de José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y otros presos políticos como un "caso de especial urgencia".
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