La ciudad de Doral, en el condado de Miami-Dade, declaró el 8 de enero como "Día de Armando Sosa Fortuny", en honor del preso político cubano fallecido el pasado 29 de octubre en la sala penal del Hospital Amalia Simoni de Camagüey, tras pasar 40 años en cárceles de la Isla, informaron varios medios de prensa locales.
Sosa Fortuny fue condenado por el régimen de La Habana hace cuatro décadas por los supuestos delitos de "infiltración, entrada ilegal a Cuba y otros actos contra la Seguridad del Estado", tras ingresar clandestinamente a la Isla como parte de un grupo armado del exilio, el 15 de octubre de 1994.
A pesar de la delicada situación de salud del preso, de 78 años al momento de su muerte, la Justicia cubana se negó a otorgarle el indulto que benefició a otros reclusos en razón de su avanzada edad o padecimientos crónicos.
Este miércoles, el alcalde de Doral, Juan Carlos Bermúdez, se refirió al ejemplo de lucha del preso político durante la ceremonia en la que se proclamó el "Día de Armando Sosa Fortuny", a la que asistieron exprisioneros cubanos.
En el acto, Orlando Gutiérrez Boronat, secretario nacional del Directorio Democrático Cubano, recordó la situación de Humberto Eladio Real y Miguel Díaz Bauza, compañeros de causa de Sosa Fortuny, quienes llevan 25 años en prisión, y pidió su excarcelación por razones humanitarias.
El dirigente del Directorio Democrático Cubano agradeció al alcalde de Doral y a los miembros de la comisión municipal este "gesto" que prueba el "compromiso de la ciudad con la causa de la libertad de Cuba, Venezuela y Nicaragua".
Las cenizas de Fortuny llegaron a Miami a principios de diciembre de 2019, en manos de su sobrino Rafael Arturo Fortuny, quien las entregó a Jesús Díaz, compañero del fallecido en la lucha contra el régimen cubano, reportó el canal televisivo AméricaTeVé.
La última voluntad del preso político había sido descansar en Miami. "Una vez que le dieran la libertad, yo tenía el compromiso de traerlo para EEUU. No pudo ser, se enfermó. Me dijo antes de morir que él quería que sus restos reposaran en tierra de libertad", explicó Díaz a Radio Televisión Martí.
Organizaciones del exilio y defensores de los derechos humanos han responsabilizado al Gobierno cubano por la muerte en prisión de Sosa Fortuny.
"Armando debía estar en libertad condicional hace mucho, pero el régimen decidió que muriera en prisión y allí murió", escribió en Facebook Alejandro Raga, del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), excompañero de Sosa en la cárcel.
Sosa Fortuny padecía graves dolencias y complicaciones ocasionadas por su condición de diabético. Había sido hospitalizado en agosto de 2019 con un deteriorado estado de salud. Según fuentes cercanas, se negaba a comer.
Tras la llegada de sus cenizas a EEUU, el alcalde de Miami, Francis Suárez, también rindió homenaje al exprisionero político.
