El alcalde de Miami, Francis Suárez, rendirá homenaje este miércoles al exprisionero político cubano Armando Sosa Fortuny, fallecido en prisión el pasado 29 de octubre en Camagüey, a los 77 años y después de más de cuatro décadas en cárceles cubanas.
La Asamblea de la Resistencia Cubana informó en un comunicado que Suárez honrará la memoria y el legado patriótico del preso político en su oficina en el Ayuntamiento de Miami.
Las cenizas de Fortuny llegaron a Miami el lunes en manos de Rafael Arturo Fortuny, sobrino del fallecido residente en EEUU, quien los entregó en una urna de incineración a Jesús Díaz, compañero del fallecido en la lucha contra el régimen cubano, reportó el canal televisivo América TV.
La última voluntad de Sosa Fortuny había sido descansar en Miami. "Una vez que le dieran la libertad, yo tenía el compromiso de traerlo para EEUU. No pudo ser, se enfermó. Me dijo antes de morir que él quería que sus restos reposaran en tierra de libertad", explicó Díaz, quien subvencionó el proceso de extradición de las cenizas y el viaje del familiar de Sosa Fortuny a La Habana, en declaraciones a Radio y Televisión Martí.
Díaz aseguró que se hará una invitación al exilio para una misa solemne que se celebrará en la iglesia Corpus Christi, tras lo que "se realizará un acto en la sede del Presidio Político, en la Pequeña Habana, donde descansarán los restos de Sosa Fortuny, junto al de otros destacados combatientes de la lucha anticastrista."
Sosa Fortuny había nacido en 1942 en Marianao, La Habana, y fue preso político en dos ocasiones, tras infiltrarse en la Isla para combatir al régimen.
"Armando debía estar en libertad condicional hace mucho, pero el régimen decidió que muriera en prisión y allí murió", escribió Alejandro Raga, del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), quien compartió prisión con Sosa.
El fallecido padecía graves dolencias y complicaciones ocasionadas por su condición de diabético. Había sido hospitalizado en agosto pasado con un deteriorado estado de salud. Se negaba a comer.
Fue condenado por el régimen por "infiltración, entrada ilegal a Cuba y otros actos contra la Seguridad del Estado". La Justicia cubana se negó a otorgarle el reciente indulto que benefició a algunos reclusos tras la evaluación de aspectos como la edad y las enfermedades crónicas que pudieran padecer.
EPD