A propósito del Día Mundial de la Diversidad Cultural y el Desarrollo, el Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) y su capítulo cultural Di.Verso demandó al Estado cubano "un cambio de política que permita posicionar la democracia comunitaria".
En una declaración emitida el martes, la organización pidió "compromiso" para "promover el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales de expresión, comunicación e información (…) a través de la implementación de legislaciones nacionales e internacionales que promuevan la libertad artística y los derechos económicos, sociales y culturales de los artistas".
El comunicado fue publicado con el recordatorio de que en junio se celebrará el IX Congreso de la oficialista Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
"La sociedad civil es la responsable de estar activamente involucrada en la implementación de una reforma de las políticas culturales. La sociedad civil tiene límites y barreras para operar como agente de cambio en la implementación de las políticas culturales y en eso influye el enfoque vertical y controlador del Estado sobre la sociedad civil. Los canales y prácticas de comunicación entre el Estado, el sector cultural y la sociedad civil son débiles e inexistente", recordaron el CIR y su proyecto Di.Verso.
Para estas organizaciones independientes, el Estado "está obligado a prevenir la discriminación y la exclusión social, el uso de estereotipos que vulnere la imagen, valores y cultura de la comunidad afrodescendiente cubana y el apoyo a la creación (…) que permitan el empoderamiento de segmentos vulnerables de la sociedad".
"Es un deber del Estado promover y fortalecer el enfoque diferencial y las acciones afirmativas que contribuyan al reconocimiento y respeto de la identidad e integridad cultural desde una pedagogía social de reconocimiento, respeto y valoración de la diversidad cultural. Aun hoy esa respuesta es incompleta", añadieron.
Asimismo, recordaron "el compromiso de darle cumplimiento a las recomendaciones hechas por el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial tras la presentación del informe del Estado cubano en agosto de 2018".
"Desde el CIR condenamos acciones desde la institucionalidad oficial contra iniciativas culturales comprometidas desde el activismo por una autonomía solidaria. Nos preocupa la ausencia de buenas prácticas con relación al respeto de la diversidad y promoción del diálogo cultural", sostuvieron.
También lamentaron "las barreras políticas y culturales sobre plataformas que trabajan por Cuba y para Cuba como el Laboratorio Social Cuba Posible, el inesperado cierre de la plataforma feminista Afrocubana y las manifestaciones de odio y homofobia hacia el activismo LGBTIQ por una parte nada despreciable de la sociedad civil y política en su diversidad".
"Esta declaración rechaza todo intento de silenciar a las personas y proyectos que trabajan en Cuba en búsqueda de la transformación social. La implementación de una política cultural en sintonía con la Agenda 2030 y los nuevos tiempos reclama que la misma sea construida con todos y para el bien de todos", concluyeron.