El cantautor oficialista Vicente Feliú calificó este sábado de "absurda" y "vergonzante" la represión de la marcha LGBTI independiente realizada en La Habana y frenada por la Seguridad del Estado y la Policía.
Feliú recibió el apoyo de uno de los principales artistas del régimen, Silvio Rodríguez.
"La represión absurda, vergonzante, peligrosamente evocativa, de la marcha gay de esta tarde es definitivamente indefendible", dijo Feliú en su cuenta en Facebook.
"Para mí está claro que subsisten tendencias muy negativas y retrógradas dentro de algunos decisores con mucho poder, que restan cada vez más y enquistan al país, y a este pueblo que tiene cuerda para 1.000 años pero está cansado de las chapuzas de las mentalidades que tienen que acabar de ser cambiadas o nos van a hundir en el mar de la desidia", añadió.
"Y creo que el mayor reto que tiene nuestro presidente", Miguel Díaz-Canel, "es justamente erradicar esas mentalidades que tienen la retranca puesta en todo lo que se intenta mejorar", opinó. "Sepa que tiene todo mi apoyo para darles fuete, o lo que corresponda", agregó.
"Con los ojos bien abiertos suscribo cada palabra de lo que ha dicho Vicente en su fb", dijo Silvio Rodríguez en los comentarios a un post publicado en su blog, Segunda Cita.
La represión de la marcha se saldó con varios detenidos y al menos un herido, el bioquímico Oscar Casanella, quien publicó en Facebook varias imágenes en las que se le ve con la frente vendada y manchas de sangre.
El dramaturgo Norge Espinosa se declaró "conmocionado" por lo ocurrido.
"Ojalá pudiera abrazar a todas y todos los que ayer dieron esa lección de civilidad, de la cual espero sigan brotando núcleos de verdad y de fuerza. Y que esos que aparecen en las fotografías golpeando a varios de los manifestantes, no tengan descanso en el pozo de infamia en que se han hundido", afirmó en Espinosa en su cuenta en Facebook.
"A 50 años de Stonewall, aquella revuelta con la cual cambió casi todo, esta confrontación no puede ser leída solo como una anécdota. Y aunque está por ver adónde somos capaces de llevar sus resonancias, espero que desde ahora nos tengan más respeto", señaló.
"Me emocioné, me preocupé y me indigné, porque a la misma hora en que se alzaban los primeros golpes, otros, que dicen representarn@s, estaban en su fiesta", criticó refiriéndose a la "Fiesta por la Diversidad" organizada por el CENESEX. "Esas separaciones y demarcaciones no deben ser olvidadas. Han caído algunas máscaras y se han hecho nítidas otras verdades", consideró.
"El 11 de mayo del 2019 para la comunidad LGTBIQ de Cuba no fue una simple salida del closet ni una toma por asalto a la calle, sino una ganancia en términos de liberación", opinó Espinosa. "Ahora tendrían que sentarse a hablar con nosotr@s los representantes del país a fin de recomponer el paisaje tras la revuelta. Y nos toca el deber de aprovechar esta hora para ser claros en nuestra demanda, sin intermediarios de mediano compromiso".
"Veo las fotos de ayer y me estremezco. No, no fueron miles de personas. Fueron las necesarias, llegadas hasta allí no por mandato sino por una voluntad que también proviene de un anhelo de otras formas de liberación", dijo.
El también dramaturgo Abel González Melo criticó que el Gobierno haya "intentado desacreditar" la marcha independiente "afirmando que era promovida por fuerzas reaccionarias y disidentes".
"Verdaderamente reaccionario es solo aquel que intenta coartar la libertad del ser humano: todos esos que protestan por el matrimonio igualitario, que nos siguen acusando de enfermos, que nos hacen bullying, que nos desprecian o esperan que nos conformemos con migajas", agregó.
"El odio sigue creciendo como la mala hierba, amparado en el silencio cómplice de las instituciones", advirtió. "Un odio que está en la raíz de la sociedad cubana y que las décadas recientes, con la política del maquillaje y el avestruz que esconde la cabeza, no han hecho sino a alimentar".
La marcha independiente fue convocada después de que el estatal Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), dirigido por Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro, suspendiera su tradicional conga contra la homofobia, alegando que podía "ser usada por fuerzas extranjeras".
En su cuenta en Facebook, Castro Espín describió la marcha organizada al margen del CENESEX como un "show convocado desde Miami y Matanzas, respaldado por funcionarios de la embajada de Estados Unidos y cubierto por la prensa extranjera".
Los participantes en la iniciativa salieron del Parque Central entre gritos de "¡Cuba diversa!", "¡Sí se pudo!", "¡Homofobia no, mi derecho sí!" y "Viva el matrimonio gay".
La Policía y la Seguridad del Estado los frenaron a la altura de Prado y Malecón y no les permitieron a los participantes continuar.