Autoridades de la capital cubana expropiaron un templo de la denominación Asambleas de Dios en la localidad de La Palma, La Habana.
Un vocero del Instituto Patmos, que vela por la libertad religiosa en Cuba, explicó al reportero de DIARIO DE CUBA Yoe Suárez que el pastor de la iglesia, Osmani Lobato, ha sido instado a abandonar la edificación junto a su membresía.
"Los pastores fundadores de esa iglesia emigraron a Estados Unidos y antes de irse donaron el edificio a la denominación", explicó la fuente, citada por la publicación Evangélico Digital.
"Pero ahora, por una modificación de la Ley de vivienda de 2012, puede declararse nula la donación", agregó.
"Eso es lo que están haciendo. Aún no han ejecutado la expropiación, pero ya la notificaron, las Asambleas están reclamando, pero cuando se cumpla el término legal les amenazan en serio con el desalojo”, expresó.
Moisés de Prada, Superintendente General de Asambleas de Dios, fue uno de los líderes al frente del grupo de iglesias que exigió al Gobierno mayores garantías y libertad religiosa durante la pasada reforma constitucional.
De Prada y más de una veintena de presidentes de asociaciones evangélicas condenaron también la llamada ideología de género insertada en la Carta Magna, por motivo de su fe, y se negaron a hacer propaganda por el Sí a la Reforma constitucional tutelada por el Partido Comunista.
Las presiones gubernamentales contra los religiosos han aumentado tras la votación de referendo, como reprimenda por esa actitud.
Recientemente en la ciudad de Manzanillo otro líder pentecostal fue requerido por el Ministerio de Agricultura para expropiar un templo que lleva usándose por dos décadas.
Además, en febrero pasado varias iglesias y creyentes que se movilizaron junto a cientos de cubanos para socorrer a las víctimas del tornado que azotó la capital fueron retenidas e intimidadas por la Policía.
El pastor bautista Jorge Duque anunció que "en la iglesia bautista de Regla se cocina para los necesitados y se brinda comida gratis", pero cuando los miembros y líderes de ese templo salieron por la ciudad a repartir ayuda material a los damnificados, fueron retenidos en la calle por la Policía.
Una experiencia similar vivió parte del liderazgo de la Liga Evangélica de Cuba la noche del 28 de enero, cuando salieron en un auto unas 15 personas para repartir alimentos ligeros en algunas de las zonas devastadas.