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Represión

'Que las Damas de Blanco lo busquen', responde la Policía cubana a una desaparición

'Han tenido a toda la familia en vilo, a mi madre sin comer ni dormir, por pura maldad', denuncia la afectada.

La Habana

A causa de su activismo político, Lisset Naranjo y su familia han sufrido maltratos de las autoridades al enfrentar un problema grave, la desaparición de su tío.

Según cuenta Lisset, la Policía ha actuado todo el tiempo en función de causarles más preocupaciones en lugar de darles respuestas.

A pesar de que el cadáver se encontraba en Medicina Legal desde el día anterior a la denuncia, solo se lo notificaron pasados 14 días. En una de las ocasiones en que la familia acudió a preguntar por el estado de la investigación, el jefe de sector les dijo: "¿Ella no es opositora? Que reúna a todas las Damas de Blanco y salgan a buscarlo".

El día 19 de enero, Lisset Naranjo denunció la desaparición de su tío, Raúl Sauburi Rigore, en la estación de la PNR del reparto Capri, en La Habana.

"Tenía 64 años y padecía Alzheimer. Llegó a la casa el día 17 gritando y discutiendo. Eso fue por la mañana y, después de unas horas, salió. La denuncia la presentamos 72 horas después, como establece la ley, el día 19 en la tarde noche", explicó Lisset a DIARIO DE CUBA.

Desde este punto comenzó un "calvario" para ella y su madre. Pasados unos días, tras no recibir noticias de las autoridades, comenzaron a pegar carteles en las calles. "Tenían una foto con su cara, la ropa que tenía puesta, su nombre y nuestro número de contacto", detalló Lisset. "Pero al momento se apareció la Policía y dijo que eso era ilegal, que no podíamos poner los carteles. Ellos los quitaron todos".

La opositora añadió que le indicaron que fuera al Canal Habana, donde podían poner la foto en televisión. Sobre esta experiencia comentó: "estuve durante horas parada en el sol y nunca nadie me atendió".

Solo ante la amenaza de armar una "protesta" en la estación de Policía, Lisset fue informada sobre el estado de la investigación.

El cadáver había sido encontrado el día 18 de enero a unas pocas cuadras de la estación policial, en el reparto Alcázar, ahogado en una fosa de aguas albañales.

"Se cayó dentro de la fosa y se ahogó. Fue un accidente. Pero ellos tenían el cadáver desde antes que yo hiciera la denuncia en Medicina Legal y nunca me dijeron nada. Tuvieron a toda la familia en vilo, a mi madre sin comer ni dormir, por pura maldad", denunció Lisset.

"Cuando fuimos a Medicina Legal un trabajador me dijo que todos pensaban que mi tío no tenía familia porque ya estaba identificado y no aparecía nadie a reclamar el cuerpo".

Finalmente, pudieron organizar el velatorio el día 1 de febrero.

"Con la casa llena de agentes de la Seguridad porque tenían miedo de que yo armara una protesta", precisó Lisset. "Para colmo, el papel que le dan a la gente del cementerio desde la funeraria decía que él había muerto en la casa".

Sobre los motivos que la llevaron a esperar tanto tiempo para denunciar lo sucedido, Lisset explicó que "fue demasiado duro".

"Mi madre no quería seguir con el asunto. Se ha pasado todo el tiempo con la presión alta y deprimida. Pero creo que es necesario que se sepa lo que sucede en Cuba cuando te opones al Gobierno. Ellos simplemente te dejan fuera del sistema, no tienes derechos. No me pienso quedar callada y esto lo voy a denunciar en Fiscalía y dondequiera que pueda".

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