Este 18 de marzo se cumplen 15 años de la Primavera Negra. En aquella batida contra figuras de la oposición que afectaban la imagen pública del régimen cubano fueron enviadas a la cárcel 75 personas.
A la larga, aquella jugada le costó caro al Gobierno. Evidenció la importancia que le concede a la disidencia y al periodismo independiente. También mostró su cara más represiva y su determinación de pasar por encima a los derechos civiles y políticos del pueblo cubano.
En pocos días, los detenidos fueron condenados en juicios sin garantías procesales a penas de hasta 28 años de cárcel.
El régimen los acusó de intentar subvertir la revolución y de estar al servicio de EEUU. Muchos de los condenados eran periodistas independientes.
Algunos fueron excarcelados con una licencia extrapenal por razones de salud, pero la mayoría permaneció en prisión hasta 2010, cuando el Gobierno los presionó para que aceptaran la deportación a España. Los que se resistieron fueron los últimos en salir de las cárceles, en 2011, bajo licencia extrapenal.
De aquel capítulo represivo de la historia reciente de Cuba queda el movimiento de las Damas de Blanco. Muchas esposas, madres, hermanas e hijas de los que fueron confinados continúan hoy dando batalla por la libertad de todos los presos políticos.