El Ministerio del Interior (MININT) denegó la solicitud de la cárcel habanera Combinado del Este de pasar al prisionero político Ernesto Borges a un régimen de mínima severidad, condición que le habría permitido salir en libertad en un plazo menor, informó a DIARIO DE CUBA el padre del reo, Raúl Borges Álvarez.
"Esta decisión conlleva que mi hijo debe esperar un año más para ver si le aprueban ese estatus, lo cual demuestra el ensañamiento de la dictadura con su persona. Él solo permanece encarcelado porque el régimen no desea ceder", lamentó Borges Álvarez.
Ernesto Borges, un excapitán de la contrainteligencia cubana, fue acusado de tentativa de espionaje en 1998 y condenado por un tribunal militar a 30 años de prisión.
Según la versión ofrecida por su padre en una reciente entrevista, "sustrajo documentos donde estaban los nombres de 26 espías que el Gobierno cubano tenía en fase preparatoria para posteriormente introducirlos en Estados Unidos y países de la OTAN. Esa información trató de hacerla llegar a un funcionario de inteligencia norteamericanos".
El exoficial lleva 19 años en prisión. Según las leyes cubanas, podría haber salido de la cárcel tras cumplir un tercio de la sanción, aseguró su padre.
Borges Álvarez dijo que el cardenal Jaime Ortega habría intercedido un par de veces ante Raúl Castro por el caso de su hijo.
En la primera ocasión, en 2010, el general respondió que los exmilitares presos "eran un caso de él". De la segunda vez, poco antes de la visita de Benedicto XVI, en 2012, la familia nunca tuvo respuesta. Ernesto Borges realizaba entonces una huelga de hambre y el cardenal lo visitó para pedirle que la dejara.
Ernesto Borges, de 51 años, pasó los primeros diez años de condena en una celda de aislamiento en la prisión de máxima seguridad de Guanajay. En 2011 fue trasladado al Combinado del Este, donde "lo pusieron a convivir con más de 200 presos comunes de alta peligrosidad", de acuerdo con su padre.
Borges Álvarez afirma que su hijo padece "12 enfermedades y nueve de ellas son crónicas debido a las infrahumanas condiciones carcelarias".