Los activistas Yaima González Santana y su esposo Carlos Rafael Aguirre, del Foro por los Derechos y Libertades (ForoDyL), fueron detenidos este miércoles en La Habana y "llevados al Vivac", según denunciaron fuentes de la disidencia interna a DIARIO DE CUBA.
"Hoy (este miércoles) la Seguridad del Estado arrestó a mi esposo en la calle cuando se disponía a comprar comida para nuestros niños y de allí lo llevaron para el Vivac donde sigue detenido. Dicen que lo van a juzgar, pero no sabemos por qué", denunció Yaima González, hija de la Dama de Blanco Yolanda Santana Ayala.
Asimismo, relató que un rato después de la detención de su marido, varios agentes "vinieron con una orden de registro para mi vivienda y para la de mi mamá. Me llevaron a rastras por el pasillo donde vivo. Empujaron a mi cuñada que tiene seis meses de embarazo".
Yaima González condenó, además, que ella fue "detenida y llevada al Vivac junto a su esposo", pero que fue liberada en horas de la tarde, "sin multas ni acusación".
Sobre el motivo de las detenciones este miércoles, la activista señaló que su familia está siendo "hostigada constantemente" por el régimen: "Ya no saben qué más nos van a hacer".
La Dama de Blanco Yolanda Santana, por su parte, señaló a DDC que tanto su yerno como su hija "son los que graban y tiran fotos todos los domingos cuando la Seguridad del Estado no me deja salir a ir a la iglesia. También por eso no los dejan tranquilos".
Recontó, además, "todas las amenazas que me han hecho los agentes de la policía política que se hacen llamar 'Maicol 2' y 'Luisito'. Me han dicho que le van a quitar a mis nietos a mi hija, que se van a llevar preso a mi esposo y a mi yerno, que yo y mi familia nos vamos a arrepentir de todo".
Las Damas de Blanco han denunciado en una reciente serie documental las acciones de hostigamiento y amenazas que reciben no solo ellas sino también sus familiares en su vida diaria.
Esta es una de las organizaciones opositoras más activas en contra del régimen. A pesar de ser reprimidas, domingo tras domingo las mujeres salen a las calles para intentar ir a misa y para reclamar la libertad de los presos políticos.
Muchas de sus integrantes cumplen prisión o son objeto de multas que califican como "arbitrarias", son golpeadas y reciben amenazas de muerte de la Policía Nacional Revolucionaria.