Este viernes 25 de agosto vence el plazo que las autoridades cubanas dieron al artista Yulier Rodríguez Pérez (Yulier P) para que borrara de paredes habaneras su obra.
Detenido el día 17 de agosto mientras realizaba una intervención en una ruina de la capital, pasó 48 horas en un calabozo capitalino bajo el supuesto delito de "maltrato a la propiedad social".
A pocas horas de vencerse el plazo, Yulier P. conversó con DIARIO DE CUBA.
"Cuando fui detenido me internaron en un calabozo en condiciones pésimas. Interpreté eso como una especie de acto de ablandamiento sicológico. Después de dos días sin ninguna representación legal, me condujeron a una oficina donde me presionaron psicológicamente para firmar un papel donde me comprometía a borrar mis grafitis. En ese momento lo firmé. Pero también escribí en esa carta que había sido forzado a firmar y que no estaba apto para contraer ningún tipo de compromiso. No le doy ninguna credibilidad ni legalidad a esa carta".
Consecuente con esta idea, el artista confirmó que no está dispuesto a destruir su obra, a pesar de las amenazas.
Yulier dice que su arte es el fruto de muchos años de trabajo. Un intento de dialogar y discursar sobre su realidad y su criterio de la vida. El arte para él tiene principalmente una intención de comunicar y dar testimonio. Sus grafitis de figuras oníricas han ido apareciendo en ruinas de La Habana durante los últimos tres años.
"Soy un artista que lo que hace es aportar a la estética de esta ciudad", considera. "Aportar a un movimiento de arte urbano que es emergente en Cuba. Un movimiento que tiene derecho a ser escuchado y respetado. Lejos de una actitud agresiva hacia mí, debieran de tener una actitud de estímulo. He estado trabajando, sin ningún tipo de apadrinamiento, en el aporte estético a la ciudad. Es una falta de respeto y una humillación lo que intentan hacer conmigo".
En la estación de Policía, Yulier P. fue informado de que su caso es llevado por el Departamento de Seguridad del Estado. Son ellos los responsables de cualquier medida que se tome luego de la decisión del grafitero.
"Están vigilando a un artista, metiendo preso a un artista y amenazando a un artista. Hago un llamado de atención a todas las personas que están involucradas en esta acción para que actúen con justicia. Mi arte no es un ataque a nadie. Es un aporte a la cultura y al pueblo cubano. Tengo una postura martiana, lo más importante es la fidelidad a los pensamientos propios. No considero estos ataques justos ni legales".