El régimen ha aprovechado un viaje a Miami del pastor evangélico Alain Toledano Valiente para destruir su templo y su casa, detener a su esposa y reprimir a decenas de sus fieles en el reparto Micro-3, distrito Abel Santamaría, de Santiago de Cuba.
La esposa del pastor, Marilín Alayo Correa, describió un amplio operativo en la madrugada del viernes, que incluyó fuerzas especiales, perros, y golpizas a los seguidores de Toledano que acudieron a apoyarla a ella y a sus hijas de 11, 12 y 18 años.
Las guardias "empezaron a repartirse a las mujeres y les cayeron a golpes, a galletas, a piñazos", declaró Alayo Correa en declaraciones a Martí Noticias. Añadió que se contabilizaron unos 200 arrestos.
La esposa del pastor dijo que fue separada de sus hijas y encerrada en un "camión jaula".
La destrucción de la casa empezó por la cocina y la parte que sirve de almacén, detalló. Relató que arrancaron las ventanas y, con un buldócer, derribaron las paredes y el techo. Finalmente, echaron abajo el lugar habilitado para el culto.
Además, los efectivos del régimen decomisaron "las sillas, los bancos, instrumentos musicales, el piano, más de mil bloques de cemento", comprados "para la construcción, con documentos legales", señaló.
"No hay palabras para describir lo que hicieron esos criminales", dijo el activista Jorge Chance Betancourt, vecino de Toledano y su familia. "Le quitaron las persianas y las puertas, y le pasaron el tractor con el techo puesto y todo, derribándolo completo".
Según testigos citados por Martí Noticias, el operativo fue dirigido por Roberto Noa, funcionario del Partido Comunista en Santiago de Cuba que se encarga Asuntos Religiosos.
El pastor Toledano intentaba el viernes regresar a la Isla desde Miami, donde se encontraba participando en cursos y eventos religiosos.
"Quiero denunciar al Gobierno de los Castro y al sistema político en general con todos sus organismos en Cuba y lo hago responsable de lo que le pueda estar pasando a mi familia y a la iglesia", dijo en declaraciones a TV Martí.
"Ellos están arremetiendo contra nosotros para dar una demostración de fuerza ante el decline político y moral que tienen en este momento", afirmó Toledano.
"En el comunismo no se persiguen delitos, se persiguen personas. Pensar diferente tiene un precio", afirmó también en Miami el pastor Bernardo de Quesada, cuyo lugar de culto y oración en Camagüey fue destruido por fuerzas del régimen el pasado 8 de enero. Pero "estamos ahí y siempre hemos dicho: 'ni nos callamos ni nos vamos'".
El Gobierno se niega a reconocer a la Iglesia de la Nueva Reforma Apostólica, a la que pertenecen Toledano y De Quesada.
"Ellos saben que nosotros no claudicamos, saben que los ministerios apostólicos no nos ligamos con ningún sistema, comunista principalmente, porque el comunismo no es un sistema político, es una religión diabólica", dijo Toledano. "Todo el que lee la Biblia sabe que el perfil del anticristo lo tiene el comunismo".
Toledano venía denunciando desde octubre pasado presiones para que abandonara su casa y el lugar de culto.
Según dijo entonces, autoridades de Partido Comunista le comunicaron que debía desalojar su vivienda porque la "Revolución tenía un proyecto comunitario" que desarrollar y "necesitaba" el terreno.
El pastor aseguró entonces que poseía desde 2012 la propiedad de la vivienda y del terrero aledaño, reportó Martí Noticias.
Las autoridades le ofrecieron a cambio un apartamento, pero el pastor lo rechazó.
El régimen demolió también en enero un templo evangélico de Las Tunas, liderado por el pastor Juan Carlos Núñez.