Los Cocodrilos de Matanzas consiguieron este sábado el otro boleto finalista de la II Liga Élite del Beisbol Cubano al derrotar por cuarta ocasión a los Leñadores tuneros, esta vez con marcador de 6-4, en un partido donde los errores fueron protagonistas.
Por cuatro carreras vencían los orientales, vigentes monarcas de la Serie Nacional, cuando se desplomó la defensa a mitad del partido con par de pifias y los anfitriones, con el cuarto cuadrangular de Yurisbel Gracial en esta semifinal, igualaron las acciones.
En el llamado inning de la suerte un pelotazo con la casa llena propinado por el taponero Alberto Pablo Civil (salvador de siete juegos en la fase clasificatoria) les dio la ventaja a los matanceros y un elevado de sacrificio de Erisbel Arruebarrena (uno de los tres exGrandes Ligas que militan en el conjunto) remolcó la última.
Noervys Entenza realizó un relevo de lujo de 3.1 episodios y Fran Luis Medina colgó dos ceros en la pizarra para acreditarse el salvamento ante una concurrencia de más de 15.500 aficionados, la mejor por mucho de la temporada.
Los tuneros, aunque promediaron al bate en estos seis juegos para 295, se vieron afectados por una defensa que cometió 16 errores (931 Ave) y un cuerpo de lanzadores que además de conceder 22 bases por bolas, aceptó 6.06 anotaciones limpias por partido.
Con esos números era imposible vencer a unos contrarios catalogados como los grandes favoritos para proclamarse campeones del torneo, con una tanda ofensiva muy poderosa, por encima del nivel de sus oponentes.
A pesar de que los exligamayoristas Arruebarena (227 Ave) y Dariel Álvarez (063 Ave) no estuvieron a la altura que todos esperaban, el otro con experiencia en la Gran Carpa, Rusney Castillo, hizo la tarea al promediar al bate para 348 (23-8) con par de bambinazos conectados.
El equipo, aún por debajo de su potencial, compiló a la ofensiva para 319 con ocho dobles y 13 vuelacercas, cuatro de ellos conectados por Yordani Samón, un pelotero que nunca en 21 campañas nacionales ha podido ser campeón con ninguno de los equipos que ha jugado.
El pitcheo se comportó bien al permitir apenas 3.02 carreras limpias cada nueve entradas ante unos rivales famosos por su ofensiva y la clave estuvo en su control, con solo 13 boletos otorgados en los seis pleitos.
El duelo por el campeonato contra los Cazadores de Artemisa comenzará el próximo martes en territorio matancero, pero antes, mediante una llamada telefónica a la Comisión Nacional, los directores de ambas escuadras escogerán un refuerzo más como está estipulado en el reglamento de la competencia.
Aunque los Cocodrilos volverán a salir al terreno con el cartel de preferidos por los especialistas para coronarse, esta batalla parece que será más compleja, por la combatividad y la motivación que han mostrado los artemiseños, presentes por primera vez en su historia en una final beisbolera.