Hasta el último día del calendario regular hubo que esperar para conocer los cruces de semifinales de la II Liga Élite del Béisbol Cubano. Finalmente, quedaron definidos este lunes, luego de una campaña que quedará en el recuerdo como una de las más baja calidad en la historia de los torneos de pelota de la Isla.
Después de las victorias en la última jornada de Artemisa e Industriales, estos equipos terminaron en los puestos dos y tres, con idéntico balance de 21-19, y serán rivales en uno de los playoffs. El duelo comenzará en casa de los primeros, porque acumularon mejor porcentaje en la fórmula de desempate (TQB).
En el otro pareo pactado al mejor de siete partidos los líderes de Matanzas (25-15) comenzarán en sus predios contra Las Tunas (20-20), ocupante de la cuarta plaza, gracias a sus tres triunfos esta semana sobre Sancti Spíritus (18-22).
La fecha de inicio de la postemporada aún no ha sido definida por la Comisión Nacional, aunque al menos anunciaron que este miércoles se realizará una reunión con los cuatro cuerpos de dirección para que elijan los dos refuerzos permitidos para esta etapa.
Estas incorporaciones serán muy importantes en las aspiraciones de cada conjunto y pueden cambiar los vaticinios de los especialistas, aunque muy pocos dudan de la amplia superioridad que muestran los matanceros con tres ex Grandes Ligas en su nómina.
Como apuntábamos en el inicio del texto, el nivel de este torneo cubano de pelota fue muy bajo, a pesar de ser selectivo, y no contó con el apoyo de los aficionados. Salvo excepciones, las gradas de los estadios se mantuvieron vacías, incluso durante los partidos que definían boletos a los playoffs.
Un total de 308 errores en 240 juegos es demasiado para cualquier liga de béisbol. El promedio colectivo de fildeo de 966 es el peor en varias décadas, sin contar los errores tácticos que no van a los libros.
Los lanzadores concedieron 937 bases por bolas y propinaron 157 pelotazos, para un promedio de bateadores embasados por entrada (Whip) de 1.59, y aceptaron 4.47 anotaciones limpias por juego completo.
Para rematar, los árbitros recibieron muchas críticas e implantaron récord de expulsiones. Las transmisiones televisivas, con apenas dos unidades de remoto en cada extremo del país, muchas veces no podían seguir los mejores desafíos.
Todo esto, además de la escasa motivación de los peloteros, opacó los puntos positivos que tuvo esta edición, como la realización de partidos nocturnos y la incorporación de varios atletas que viven fuera del país y se desempeñan en otras ligas.
Con respecto a los lideratos individuales, Alexander Pozo (MTZ) fue el campeón de bateo con .380 Ave. Yurisbel Gracial (MTZ), José A. Noroña (MTZ) y Rafael Viñales (LTU) conectaron ocho cuadrangulares cada uno. Este último fue el máximo impulsador con 35.
En otros apartados, José L. Gutiérrez (SCU) fue el líder en indiscutibles (52); Jorge E. Alomá (IND), en dobles (11); Juan Carlos Arencibia (SSP), en anotadas (32) y bases robadas (10), y José Noroña (MTZ), en OPS (1.096).
En cuanto al pitcheo, Remberto Barreto (IND) fue el más ganador (7) y el de mejor Whip (1.05); Yanielquis Duardo (SSP), el que más juegos salvó (10); Yosiel Serrano (SCU), el de mejor promedio de carreras limpias (1.69), y Yulieski García (ART), el más ponchador (49).