"¡Asesino!", gritaron varios nicaragüenses a un paramilitar del régimen de Daniel Ortega acusado de reprimir al pueblo de ese país, después de descubrirlo en las gradas del LoanDepot Park de Miami el martes, durante un partido de la selección de Nicaragua en el Clásico Mundial de Béisbol.
Según diversos videos compartidos en redes sociales, varios presentes en el estadio se acercaron a Juan Caldera, acusado de cometer crímenes de lesa humanidad, y lo insultaron mientras lo grababan con sus teléfonos y el cuestionado hacía como si nada.
No obstante, la presión de los presentes hizo que el individuo fuera sacado del parque por la Policía. Algunos que lo increparon saludaron su expulsión con gritos de "¡Viva Nicaragua libre!"
De acuerdo con el diario El Nuevo Herald, la Comisión Permanente de los Derechos Humanos (CPDH) en su capítulo Miami envió una carta al Departamento de Estado para protestar porque integrantes del aparato represor de Daniel Ortega se encontraban en Florida acompañando a la selección de béisbol del país centroamericano y en violación de las sanciones contra Managua de la Administración de Joe Biden.
"El paramilitar (Caldera) es un espectador y no nos explicamos cómo es que está aquí, porque él está implicado en crímenes de lesa humanidad", denunció Roger Cataño, comisionado director del CPDH Miami. "Pero los que dirigen la selección también son criminales de lesa humanidad", aseguró.
Según el reporte, en la carta también se exigen explicaciones por la presencia en Miami de Julio Sánchez, comisionado de la Policía de Nicaragua; Edgar Zapata, otro paramilitar sandinista y represor de las protestas de abril del 2008, y Ever López, alcalde orteguista y represor de los jóvenes en Nicaragua.
En otro video que circula en redes se escucha a una mujer increpar a Sánchez, con uniforme del equipo nicaragüense con número 26 a la espalda, quien aparece con otros miembros del equipo en el dog out haciendo anotaciones sobre el juego.
"¡Asesino! Sánchez, comisionado de la Policía criminal (...) Qué desvergüenza. Cómo vienen a meterse; hablan, llaman a Estados Unidos el imperialismo invasor y aquí están los muy descarados", grita la mujer al individuo, que al principio gira la cabeza al escuchar su nombre.
Desde hace semana y media el sitio nicaragüense 100 Noticias reveló que un comisionado de la Policía, un alcalde sandinista y un doctor paramilitar se habían camuflado como técnico, secretario de la la Federación Nicaragüense de Beisbol Asociada (FENIBA) y parte del cuerpo médico, respectivamente, para pisar suelo estadounidense.
Ese reporte señaló a Julio Sánchez; al alcalde sandinista del municipio El Rosario, Ebert López; y al doctor y paramilitar Edgard Zapata Arévalo, como los tres funcionarios sandinistas de la plantilla asistente al Clásico Mundial de Béisbol. El grupo eliminatorio de Nicaragua se juega en Miami.
Según el medio, Sánchez se camufló disfrazado de asesor técnico después de haber sido señalado como represor comprobado en las manifestaciones opositoras de 2018. Se trata de una táctica típica de regímenes represivos de la región, como el de Cuba, que incluye en sus delegaciones deportivas al extranjero a miembros de la Seguridad del Estado y funcionarios cuya labor es vigilar a los deportistas y evitar su huida de las concentraciones.
Por su lado, López es acusado de ser el responsable de la persecución y el asedio político a opositores en el municipio donde ejerce como alcalde. El funcionario sandinista habría ordenado pintar viviendas de activistas con la palabra "Plomo", como una forma de amenaza.
Finalmente, Zapata Arévalo, parte del cuerpo médico del equipo de béisbol, es señalado por participar con armas largas en la represión del movimiento opositor. En 2018 publicó una foto posando con un AR-15 con mira telescópica, un arma de asalto usado como fusil de francotiradores.
A raíz de las denuncias, también la oficina del senador cubanoamericano Marco Rubio pidió una explicación al Departamento de Estado con respecto a la aprobación de los visados de esos funcionarios de Daniel Ortega.
Los hechos se producen a pocas horas de que arriben a Miami los integrantes del equipo de Cuba al Clásico. Varios grupos de emigrados de la Isla anticiparon que se van a manifestar durante sus presentaciones para hacer manifiesto su repudio al régimen de la Isla.