Los skaters cubanos están ante otra contienda contra las instituciones gubernamentales por mantener su skatepark, hecho con recursos propios dentro de Ciudad Libertad, en La Habana. Varios de los afectados explicaron en redes sociales que el Gobierno quiere sacarlos del lugar para construir allí un restaurante.
"Por ahora, pudimos detener la demolición", declaró a DIARIO DE CUBA Arian Rendueles Rodríguez. Añadió que el grupo tendría una reunión con el INDER. "Al hablar con dicha institución, nos dicen que ellos no han autorizado nada, pero eso pertenece a Ciudad Libertad (un Complejo Científico Pedagógico), y si el Gobierno o el decano quieren hacer algo allí, ellos (el INDER) no pueden intervenir. Básicamente, nos dijeron que lucháramos para que no nos sacaran".
"Todos los representantes del skate hemos llegado al acuerdo de luchar, porque ese lugar es muy importante para nosotros; pero si nos damos cuenta de que no tenemos la fuerza suficiente para mantenerlo, lucharemos para que no nos dejen en la calle. Queremos un local para nosotros, para arrendarlo y hacer ahí nuestro skatepark. Nosotros no vamos a hacer nada de contrarrevolución, de hecho, queremos que sea oficial, y aportar a la sociedad y al deporte", añadió Rendueles.
"Varias veces la Policía nos ha querido sacar de allí, y los custodios de las escuelas nos defienden diciendo que, gracias a nosotros, ese lugar estaba limpio de pajuzos y gente haciendo cosas malas", explicó por su parte Helier Cruz Galardy, uno de los patinadores que va a entrenar al parque.
Los deportes extremos van ligados a tribus urbanas contraculturales, excluidas del panorama oficial cubano. Para quienes practican el skate en Cuba, esta modalidad representa un reto diario, pues se ven acosados por la Policía y lidian con la falta de recursos para obtener tablas, ruedas, zapatos y demás artículos necesarios para entrenar de forma segura y profesional. Tampoco pueden competir en eventos internacionales y ser remunerados por ello. Las pocas competiciones efectuadas de manera local han sido organizadas por la empresa Red Bull. Gracias a ellas, los practicantes han conseguido algún equipamiento, que también les llega a través de donaciones de extranjeros que visitan la Isla.
"Somos mal vistos. Ahora después de que el skateboards se volvió olímpico en los juegos de Tokio, el INDER empezó a interesarse por nosotros, pero no hay lugares para entrenar. Nos han dicho que, como el skate no tiene tanto seguimiento como la pelota o el boxeo, no pueden hacer nada en concreto; hasta nos dicen que no es un deporte, y en estos momentos nos atiende la parte de recreación del INDER", agregó Cruz Galardy.
El patinódromo de Ciudad Libertad sería el tercer espacio que el Gobierno interviene. En un comienzo, la comunidad de skaters tenía rampas y barandas hechas de metal detrás de la sala polivalente Ramón Fonst, cerca de la Plaza de la Revolución. Después de ser expulsados de allí y destruidas las rampas en las que practicaban, los skaters se mudaron a Nuevo Vedado. Detrás del Clínico de 26 montaron un nuevo parque, donde se filmó la serie televisiva Adrenalina 360, que intentaba abordar el patinaje y los deportes extremos en la Isla. De todas formas, ese espacio también fue cancelado.
"En Ciudad Libertad se comenzó a construir hace aproximadamente siete años. Varios skaters descubrieron ese lugar y, por las condiciones del piso, empezó a ir más gente. Entonces, en la búsqueda de un sitio para construir, se escogió ese, y todos los años se hace algo nuevo", recordó Cruz Galardy sobre los comienzos del parque.
"Allí hubo un esbozo de proyecto local para venderlo al gobierno de Playa como idea. Eso al final no cuadró, porque los skaters son chamas jóvenes que siempre tienen arriba a la patrulla y al Gobierno fastidiándoles la vida, son unos niños que sospechan de todo siempre. La Marca lleva tiempo siguiéndolos y apoyándolos, por ser un grupo típico complicado de su generación", explicó Roberto Ramos Mori, gestor cultural y tatuador del estudio La Marca.
"Dos o tres personas lograron articularse con sus recursos propios y empezaron a buscar dinero vendiendo tablas de skate, pullovers, bisutería hecha de patinetas partidas… buscaron cemento y, junto a la gente del grupo Amigo Skate, armaron para tener ese espacio propio, para que ahora vengan los bulldozers a demoler bajo una orden que nadie sabe quién dio", agregó.
En muchos países es común que proyectos comunitarios impulsen estos deportes por su efectividad para la reinserción social de jóvenes con problemas. El propio Cruz Galardy afirma que el skate le "aportó más disciplina".
"Me sacó de los problemas cotidianos que tenemos los jóvenes. Hasta ahora, con todo en contra, me ha dado más cosas buenas que malas", dice.
Las dictaduras y regímenes totalitarios son alérgicos a cuanto implique el ejercicio de la libertad individual en cualquiera de sus formas de expresión. Los skaters no son la excepción. Al respecto recomiendo el documental This ain't California, sobre cómo eran perseguidos y reprimidos los skaters en la antigua RDA.
Es que todo grupo que se organiza fuera de papá estado totalitario,seaskaters,papaloteros,globe-ros va ser reprimido y censurado.Cuando los viejitos abandonados ganaron el Granmy con el Buenavista Social club,el comisario político Abel Prieto al frente de la UNEAC en aquel entonces se apresuró a meter a los viejos ariscos cimarrones en el redil cultural. Paso lo mismo con la música urbana( la cual detesto) pero para gusto se han hecho los colores Probablemente serán desalojados y multados ,pues suena a movimiento subversivo, más si piensan luchar y por ahí se empieza....