El skater Helier Cruz denunció en su cuenta de Instagram que las autoridades cubanas quieren sacarlos de un gimnasio hecho por los practicantes de ese y otros deportes extremos en Ciudad Libertad, La Habana.
"Hagamos saber al mundo el sacrificio y trabajo que pasamos para hacer de un lugar que lo tenían olvidado un gimnasio lleno de vida. Hemos sido nosotros, los skaters, los que pintamos y reparamos este lugar, junto a otros practicantes de deportes extremos", expresó Cruz.
''De pronto, se acordaron de este lugar que no existía y nos quieren sacar de allí'', criticó.
Cruz aseguró en otro post: "nos están destruyendo el skatepark que tanto sacrificio nos costó construir para hacer un restaurante más en La Habana".
La cuenta amigoskatecuba comentó al segundo post de Cruz que "hay que ir con calma y hablar con los directores del área, a ver hasta dónde es que van a destruir las rampas. Quizás solo sea la piscina".
Por su parte, el usuario ultraego7w7 dijo: "Hasta cuándo va a ser el abuso. Lo que tienen que hacer es construir skatepark, no destruir lo que uno con esfuerzo y sacrificio y la ayuda de gente de otros países (...) hemos logrado... con el hambre que hay en este país para estar haciendo restaurantes.''
No es la primera vez que el Gobierno intenta sacar de los predios de Ciudad Libertad a los practicantes del skate en la Isla.
En agosto de 2018, los practicantes de ese deporte extremo denunciaron que la Policía no los dejaría patinar en el antiguo campamento militar, donde tenían planificado realizar una competencia.
Las rampas de concreto que los amantes de ese deporte han levantado en Ciudad Libertad, han sido posibles gracias a la ayuda del cubanoamericano René Lecour y también por el aporte de pequeñas donaciones de particulares y un puñado de asociaciones benéficas.
Lecour y su grupo Amigo Skate Cuba constituyen una pieza clave para el movimiento en la Isla, ya que ayudan a abastecer, a través de donaciones, de tablas y otros equipos a los patinadores cubanos.
Hace más de una década, el Gobierno permitió la creación de unas instalaciones similares, ahora deterioradas, en el Parque Metropolitano de La Habana, pero no existe federación oficial para este deporte, ni tiendas en las que comprar las patinetas, que además tienen un precio prohibitivo para la mayoría de los jóvenes.
Las detenciones, multas y decomiso de patinetas son frecuentes contra los practicantes de este deporte urbano en la Isla.