La selección cubana cayó ante Puerto Rico (9-4) en la final de la Copa del Caribe; así, culminó otro capítulo triste para el béisbol cubano. Los boricuas, en su primera participación en el torneo, lucieron muy superiores. En los dos partidos que disputaron los superaron 15-4.
La narrativa no cambia. Esta vez Cuba cayó ante un conjunto sin grandes nombres y que carecía de buenos prospectos. Puerto Rico perdió el primer choque ante Curazao y después cerró la competencia ganando cinco partidos seguidos.
Cuba presentó un roster que tenía a varias figuras de la Serie Nacional y la Liga Élite. Esta fue su segunda aparición en la Copa y volvió a caer en el choque decisivo (hace un año fue ante Curazao, 4-3).
Los números, a pesar de la pequeña muestra, no mienten. Los bateadores cubanos en la etapa clasificatoria tuvieron un promedio de bases totales más bajo (.298) que el de Puerto Rico (.338) y Curazao (.323); al mismo tiempo, anotaron menos carreras que ellos: 26, 27, 36 respectivamente. En los últimos eventos internacionales, excluyendo el preolímpico de Florida, la falta de poder y de producción ha sido una constante para el equipo cubano.
El pitcheo tampoco dejó buenas noticias. Los lanzadores se combinaron para una efectividad de 4.00 en los seis choques. También generaron un alto WHIP (1.60) que calificó como el tercero más alto del campeonato.
Sumen a la larga lista de resultados negativos lo que acaba de ocurrir en Bahamas. Así, cerramos un año en el que el béisbol cubano sigue tocando fondo. Por ejemplo, no pasó a la superronda en el Mundial sub-23, tampoco en el Panamericano sub-18; para colmo, quedó eliminado de la semana de Haarlem. Lo único que se puede rescatar es el segundo lugar en el Mundial sub-15, donde perdió contra Estados Unidos la final.
No obstante, no se dejen engañar, esa es una categoría donde aún el talento persiste y el nivel no se estanca hasta que los jugadores llegan a los juveniles. También es una edad en la que el éxodo no afecta tanto como en otras categorías.
Tres aclaraciones
Hoy, cualquier deporte colectivo que no se maneje como un negocio es difícil que tenga prosperidad ¿Eso ocurre por el sistema político? En parte sí y en parte no.
Por ejemplo, Nicaragua y Venezuela tienen el mismo sistema que Cuba y ven las cosas de manera diferente. Sus ligas de béisbol son profesionales y se mueven como negocios. En el caso cubano, la Serie Nacional y la Liga Élite solo dejan pérdidas y eso, en tiempo de crisis, no ayuda. De igual manera, la Liga Élite es ideal para profesionalizarla en todos los sentidos, pero no parece que la Comisión Nacional de Béisbol ni el INDER vayan a hacer algo así por ahora.
Un segundo punto se relaciona con el anterior, y se trata de la Serie del Caribe. Cuba estará invitada a la próxima edición Gran Caracas 2023, la cual se disputará del 2 al 9 de febrero. No obstante, después que termine seguirá en el mismo punto: no será miembro pleno.
Para ser miembro pleno se necesita cumplir una serie de requisitos, uno de ellos es tener una liga profesional. Si la CBPC (Confederación de Béisbol Profesional del Caribe) se rige por el reglamento, Cuba no podrá ser un miembro pleno hasta que no tenga una liga profesional con todo lo que lleva.
El tercer punto ha estado candente en los últimos días. Como se conoce, la Federación Cubana de Béisbol (FCB) alegó que el Gobierno de Estados Unidos obstaculiza la participación de los peloteros firmados en Grandes Ligas con la selección cubana en el Clásico Mundial. ¿Qué está pasando en este caso? Los jugadores cubanos, para cerrar un contrato con una organización de Grandes Ligas, tienen que firmar la siguiente carta para la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC):
"Por este medio declaro que he asumido residencia permanente fuera de Cuba. Además, por este medio declaro que no pretendo volver a Cuba, ni me permitirán volver. Por este medio declaro que no soy funcionario prohibido del Gobierno de Cuba… y no soy miembro prohibido del Partido Comunista de Cuba".
Como dicta el documento, la OFAC está en el derecho de impedirle al jugador regresar a su país, aunque no lo hace. Cada año, varios peloteros regresan a la Isla para vacacionar y reencontrase con sus familias; jamás la OFAC los ha sancionado por eso, pero no quiere decir que no lo pueda hacer.
Tengo la esperanza de que este asunto se resolverá; si se resolvió la participación de Cuba en el primer Clásico, no tiene por qué ser distinto ahora. También creo que la FCB debería manejar el asunto de las solicitudes de manera privada, a no ser que tenga otro objetivo. De igual forma, si realmente no quiere esperar por los permisos, sería bueno que hicieran una conferencia de prensa explicándolo todo.
Para lo único que Juana sirve es para reprimir palos vienen y palos van si hasta una escuela de lacayos y sicarios tienen pronto los verán exportándolos como a los médicos esclavos.
Si Cuba ya no sirve ni para dar azúcar, no sirve para prácticamente nada.