El campeonato de béisbol en Cuba cumplió este domingo su jornada número 17, inmerso, como ya es costumbre, en una ola ofensiva criticada hasta el cansancio por la mayoría de sus seguidores. Pero no deja de ser interesante por la alta competitividad imperante.
Favoritos y equipos dominantes parecen cosas del pasado. Basta echar una ojeada rápida a la tabla de posiciones del evento para darnos cuenta de esto. Solo una victoria separa al líder de la temporada del ocupante de la octava posición, con tres conjuntos a solo medio punto de la cúspide y otros cuatro a juego y medio de ese lugar de honor.
A diferencia de años anteriores, cuando en la mitad de la competencia se eliminaban 10 equipos y los otros seis continuaban con peloteros de refuerzo, esta vez todos los contendientes jugarán 75 desafíos. Este cambio, si bien no ha molestado mucho a los fieles, será el responsable de que la calidad continúe esparcida y los bateadores aprovechen más la baja potencia del picheo antillano de la actualidad para desequilibrar las estadísticas globales y escandalizar a los especialistas con el madero.
Hasta este domingo, el promedio de bateo colectivo era de 300 exactos (muy alto para una liga que se respete), se habían conectado 212 cuadrangulares (mucho más que en años anteriores) y los lanzadores estaban permitiendo 5.49 carreras limpias por juego completo de nueve entradas, con 1.023 bases por bolas otorgadas y 1.116 ponches propinados, una relación nada halagüeña para estos tiempos.
Los Toros camagüeyanos están en la cima de la serie a fuerza de batazos. Los discípulos del manager de la selección nacional Miguel Borroto han anotado nada menos que 138 carreras (8.6 por juego) y exhiben un average colectivo de 364, toda una barbaridad si tomamos los estándares de otras ligas del mundo.
Los Alazanes de Granma (3.38 PCL) y los Azucareros de Villa Clara (3.94 PCL), son los únicos que a duras penas mantienen su cuerpo de lanzadores por debajo de las cuatro limpias y los Cocodrilos de Matanzas, actuales campeones nacionales, fildean para 984, muy por encima de la media del campeonato (974).
Todos estos numeritos hacen que estos cuatro equipos se mantengan hasta el momento en el grupo de los ocho que buscan su clasificación para la post-temporada.
En cuanto a los lideratos individuales, la pelea más reñida se centra en los cuadrangulares con cuatro hombres empatados: Leonardo Urguellés (IJV), Lisbán Correa (IND), Jorge Luis Peña (HOL) y Rafael Viñales (LTU), han sacado seis pelotas del parque.
El Toro Loidel Chapellí, Novato del Año de la pasada campaña y MVP de la primera semana, es el líder en bateo (491 AVE), seguido de cerca por su compañero de equipo Humberto Bravo (446).
En carreras impulsadas manda Dennis Laza (MAY) con 24, un hombre muchas veces subvalorado que está envuelto en otra campaña de lujo al promediar para 410 con cuatro vuelacercas.
En el picheo, pocos se salvan. El industrialista Andy Rodríguez, elegido jugador más valioso de la segunda semana de competencias, sobresale con sus 0.66 carreras limpias permitidas cada nueve entradas y sus cinco juegos salvados, mientras que el camagüeyano Yosimar Cousin es el más ganador con cuatro y el que más poncha con 23.
Al concluir la jornada dominical Camagüey está de líder de la temporada (11-5), seguido a medio juego por el trío de Matanzas, Santiago de Cuba e Industriales (11-6), y a un juego y medio del cuarteto formado por Sancti Spíritus, Villa Clara, Holguín, y Granma para cerrar la zona de clasificación.
Cienfuegos, que venció dos veces el fin de semana a Industriales en su propio cuartel general del Latinoamericano, tiene balance de 9-7 y solo está a dos juegos de la primera posición, en el noveno lugar. Le siguen Pinar del Río (7-8) y el decepcionante Las Tunas (8-9) a 3.5 rayitas. Luego se ubican Mayabeque (6-9), Ciego de Ávila (6-11), Guantánamo (5-12), y los sotaneros de Artemisa (4-13) e Isla de la Juventud (2-11).