Odalys Hernández Venet, campeona centroamericana y del Caribe en la modalidad de 4X400, fue elegida como la mejor árbitra de Cuba este 2019, informó la revista estatal Jit, órgano del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER).
Hernández Venet se tituló como monarca regional en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Santiago de los Caballeros, República Dominicana, en 1986. En la competencia, la cuarteta integrada además por Esther Petitón, Nery McKeen y Ana Fidelia Quirot se coronó con tiempo de 3:33.70.
"El atletismo ha sido mi vida. En él comencé a los diez, años aunque también me gustaba el voleibol. Me inicié como corredora de 100 con vallas y todavía me siento miembro de la familia del atletismo, ahora como oficial", declaró a Jit.
La atleta cubana, que se desempeña como subdirectora del Combinado de la Ciudad Deportiva de La Habana, recibió el homenaje de las autoridades deportivas de la Isla este 4 de diciembre, Día del Árbitro Deportivo en Cuba.
"Quien ha practicado el deporte y se convierte en árbitro de esa disciplina tiene un buen trayecto adelantado, pero hay que estudiar, dominar al detalle las reglas que aplicas y respetar mucho el oficio y a los competidores", dijo Hernández Venet.
"Fui captada para el arbitraje por el jefe de nuestra comisión nacional, Faustino Heredia, pero le debo mucho a Roberto Apaceiro, quien domina al dedillo no solo el reglamento de la ahora World Athletics, antes Federación Internacional de Atletismo. Él es maestro de muchos de nosotros".
"Mi reto es convertirme en árbitro internacional para lo que hay que estudiar mucho y dominar el reglamento, el inglés y la tecnología", aseguró la exatleta cubana.
"Hoy quiero felicitar a mis colegas, especialmente a Luis Enrique Charadán, de bádminton, quien fue seleccionado el mejor [árbitro] internacional este 2019", mencionó la deportista.
Cuba festeja el Día del Árbitro desde 2001, después de que el INDER lo aprobara a propuesta de la Comisión de Jueces y Árbitros de la Isla.
La celebración se inspira en los hechos acaecidos el 4 de diciembre de 1957, cuando el árbitro de la pelota cubana, Amado Maestri, defendió a estudiantes universitarios que se lanzaron al terreno del entonces Gran Estadio del Cerro ―hoy Latinoamericano―, para protestar contra la dictadura de Fulgencio Batista.