El béisbol cubano vuelve al ruedo del campeonato Premier 12. Lo hace con más incertidumbres que hace cuatro años, y con la presión añadida de que, para América, el torneo solo ofrecerá un boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.
Tras el bochornoso sexto puesto en los Panamericanos de Lima, y con una selección cuasi idéntica a aquella de la capital peruana, los presagios no son nada positivos. De hecho, en una encuesta en Twitter del canal deportivo de la Televisión Cubana, en la que habían votado más de 600 usuarios, el 62% de los mismos opinaban que el equipo no pasaría de la primera ronda. Y hay razones para creerlo.
Analicemos los rivales de la zona de Seúl, donde fue ubicado el seleccionado cubano, que competirá contra Canadá, Australia y los locales de Corea del Sur.
Los canadienses tienen una nómina superior a aquella que derrotó a los cubanos hace unos meses en Lima, 8 a 6. A los de entonces, los dirigentes del béisbol de ese país sumaron a once peloteros con experiencia en las Grandes Ligas de Estados Unidos.
Al mismo tiempo, es cierto que los mejores tiempos de estos atletas ocurrieron hace más de una década, como es el caso del inicialista Justin Morneau, de 38 años. No obstante, si un equipo con menos fortalezas puso ya en jaque al abridor zurdo Yoanni Yera y al mismísimo cerrador Liván Moinelo, la historia puede repetirse, aún con más morbo, el próximo 6 de noviembre.
Un día después, los dirigidos por Miguel Borroto (manager en la Serie Nacional de los Toros de Camagüey) les verán la cara a unos australianos, que nunca se la han puesto muy fácil, como sucedió por ejemplo en el último Clásico Mundial, cuando perdieron por la mínima contra los de la Isla.
Por cierto, en la nómina del país austral repiten 18 peloteros de aquella selección y cuatro ex grandes ligas, dándole a su pitcheo y defensa una notable superioridad respecto a la media criolla. Quizás, de los cuatro participantes, sean el conjunto más débil, sobre todo si los legionarios cubanos de la liga nipona responden ahora a la ofensiva.
Para el último choque de este grupo, quedaron los locales, porque se supone que sean estos dos conjuntos (Cuba y Corea del Sur) los que avancen a la ronda final en Japón y luchen por los cuatro boletos, entre seis contendientes.
Aunque los coreanos solo contarán con jugadores de su liga, la calidad de la misma es muy superior a la cubana, mientras el pitcheo resulta indescifrable para los antillanos. Los coreanos son los campeones defensores de este tipo de certámenes, con una amplia ventaja de 7-2 frente a Cuba. Son quienes deben encabezar el grupo, mientras los cubanos tratarán de no resbalar ante los canadienses, otra vez.
En realidad, el grupo de Seúl es el más asequible, aunque para el béisbol nacional, en caída libre desde hace décadas, ya nada es de fácil acceso o pronóstico. En el ranking de la WBSC, Cuba ocupa el quinto puesto entre estos 12 contendientes, pero en la realidad de su liga, y dado su último desempeño en la región, el puesto debería ser significativamente más bajo. Es muy probable que los votantes de Twitter, en lo relativo a la pelota cubana, terminen por tener la razón.