El escenario está listo para la batalla final. Los dos mejores equipos de la Serie Nacional de Béisbol se enfrentarán en un duelo a partir de este sábado en los predios del estadio Julio A. Mella de Las Tunas.
Los vaticinios están divididos. Por un lado están los nuevos Leopardos azucareros de Villa Clara, bajo las riendas del novato Eduardo Paret, con un currículum plagado de historias épicas, de grandes héroes, y poseedores de cinco títulos nacionales en sus vitrinas.
En la banca opuesta, los Leñadores de Las Tunas, a las órdenes de Pablo Civil, por segundo año consecutivo presentes en una final nacional, y sin poder saborear jamás las mieles del triunfo en los campeonatos domésticos desde su aparición en estas lides 40 años atrás.
¿Quiénes podrán alzar al final el trofeo de campeón?
Los Leopardos vienen de desplumar a unos Gallos que, aunque se mostraron débiles sobre el terreno, contaban con una nómina competitiva y un cuerpo de lanzadores capaz de enfrentar tormentas, liderados por el mejor en promedio de carreras limpias de la serie (Frank Luis Medina) y el más ponchador (Yariel Rodríguez).
Pero los maderos naranjas, encabezados por los dos hombres que más impulsaron carreras en la temporada, Yurien Vizcaíno y Stayler Hernández, se hicieron sentir sobre la grama. El primero conectó ocho imparables en 16 turnos (500 AVE), con par de cuadrangulares incluidos y siete remolcadas, y el industrialista con nueve incogibles en 19 oportunidades (473), con par de dobles y cuatro impulsadas.
A esta dupla se unió el refuerzo pinareño William Saavedra disparando ocho cohetes en 18 turnos (444) y remolcando a seis compañeros para el home-plate.
Las actuaciones de los lanzadores abridores también son buenas credenciales que llevan estos nuevos felinos a la gran final. Freddy Asiel Álvarez (tres limpias en 14 entradas), Alain Sánchez (una limpia en siete capítulos), Misael Villa (una limpia en seis), y Yosvany Torres (tres en nueve), conforman un staff bien preparado para futuras tensiones.
Los Leñadores, por su parte, aunque tuvieron que sudar más la camiseta en su porfía con los Tigres de Ciego de Ávila, siguen mostrándose como un fuerte contendiente para alcanzar el título. El mejor equipo de la serie demostró con creces que su favoritismo es bien fundado, con un juego agresivo, unido y con una garra que recuerda a equipos orientales de antaño.
Dueños de una ofensiva poderosa, se mantuvieron promediando por encima de 300 en los partidos semifinales (319), sobresaliendo una vez más el mejor bateador de la justa, Jorge E. Aloma, quien disparó ocho hits en 17 turnos (470 AVE), con jonrón y par de dobles incluidos. Jorge Johnson (409) y Yosvany Alarcón (347) con par de vuelacercas, no se quedaron atrás.
Desde la lomita de los martirios, llegaron las mejores noticias para sus fieles seguidores. Las excelentes aperturas de Yoanny Yera (tres limpias en 15 episodios) y Erlys Casanova (una limpia en nueve), así lo demuestran.
Otra buena noticia fue la labor monticular del veterano Yoalkis Cruz, inmaculado en sus tres salidas, y la de los abridores convertidos en relevistas Yadian Martínez y Yudier Rodríguez, redondeado todos los aspectos de juego.
Ahora solo queda esperar. Ambas escuadras lo darán todo en el diamante. La que mejor reaccione ante las tensiones externas, la que más se concentre, y la que logre mantener su juego estable ante los fuertes vientos de las presiones, será la ganadora.
