El pesista cubano nacionalizado chileno, Arley Méndez, fue premiado por el Comité Olímpico de Chile como el mejor deportista del 2018.
"No nací aquí, pero siento este país como mi casa", expresó Méndez al diario La Nación.
Tras la distinción del organismo, el atleta manifestó toda su comodidad en el país y expresó su nerviosismo: "No lo voy a negar, estaba nervioso. Algunos miran a huevo estos premios, disculpen el modismo, pero para mí es muy importante, es algo impresionante".
"Me siento muy feliz, qué más puedo decir. Este es uno de los mejores premios que entrega el COCh. Para mí es un honor que me entreguen el premio del mejor deportista del año, ya que uno realiza mucho esfuerzo para llegar a las competiciones, para estar excelente, para darlo todo por Chile, para tener mejor reconocimientos para el país. Entonces que se me valore y me entreguen este premio para mí es muy grande, y me dan ganas de seguir luchando para ser mejor cada día", añadió.
Este 2018, Méndez dominó la división de los 85 kilogramos del XXVII Campeonato Panamericano de Mayores de Pesas, celebrado en República Dominicana. Allí impuso marcas en envión y total, con 211 y 378 kilos, pulverizando sus propios récords. También ganó el oro en arranque con 170 kilos alzados.
El atleta tenía el récord panamericano en arranque con 175 (Mundial de Anaheim), en envión con 210 y en los totales había hecho la marca con 378. En Santo Domingo, Méndez hizo 211 en envión y 381 en total, para conseguir dos nuevos récords continentales.
El multicampeón se refirió al polémico tema de la inmigración: "Nosotros como deportistas ya nos sentimos chilenos, es lo que dice mi pasaporte. Lo que pase en Chile yo lo vivo como uno más. Las medallas que gano son para Chile. Los que piensan que los inmigrantes vienen a perjudicar al país están equivocados".
Méndez, ganador además de tres medallas de oro en el Mundial de Halterofilia de 2017, había obtenido el título de deportista del año en Chile también el año pasado.
Compitiendo en la categoría de 85 kilos, había ganado antes tres medallas de oro en los Juegos Bolivarianos disputados en 2017 en Colombia, pero le fueron retiradas porque el reglamento de los juegos exige a los deportistas naturalizados un mínimo de tres años con su nueva nacionalidad para competir.
El cubano llegó a Chile en 2013, con apenas 19 años, para representar a Cuba en un Panamericano de levantamiento de pesas en Santiago. Pese a que su familia residía en la Isla, abandonó el equipo nacional y se radicó en el país sudamericano.
Durante casi tres años vivió indocumentado en Chile, hasta obtener los papeles en 2016. En el país sudamericano conoció a la deportista Antonieta Galleguillos, con la que ya tiene un hijo pequeño.
Publicaciones chilenas lo consideran como un potencial campeón olímpico o, a lo menos, medallista en Tokio 2020.