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Atletismo

Javier Sotomayor celebra los 25 años de su récord mundial de salto bajo techo

'Estamos muy mal', dice sobre la situación actual del salto de altura en la Isla.

La Habana

El cubano Javier Sotomayor, dueño del récord mundial de altura en pista cubierta con un salto de 2,43 metros, celebra este martes los 25 años de la hazaña que, según comentó, aún lo hace sentir orgulloso, reporta EFE.

"Son pocos los atletas que pueden tener el orgullo de llevar 25 años con un récord del mundo, y dentro de los pocos estoy yo", declaró Sotomayor, quien saltó 2,43 metros el 4 de marzo de 1989 durante el Mundial de Budapest.

A los 46 años, el exatleta cree que no será fácil la imposición de una nueva marca, pero está convencido de que "alguien, algún día", tendrá que superarlo porque "para eso están hechos los récords".

"Alguien tendrá que romperme el mío", dijo tras admitir que nunca pensó alcanzar un cuarto de siglo como plusmarquista.

Entre los atletas que pueden establecer un nuevo listón, destacan el ruso Ivan Ukhov, el catarí Mutaz Essa Barshim y el ucraniano Bohdan Bondarenko.

Ukhov, campeón olímpico en Londres 2012, se acercó con un salto de 2,42 en Praga el 25 de febrero.

No obstante, para Sotomayor "el mejor" en ese pulso es hoy por hoy el ucraniano Bondarenko.

"No creo que sea fácil, pero no es imposible para ellos. Han tenido muy buenas temporadas y están por lo menos bastante cerca", consideró.

Nacido en la localidad de Limonar, provincia de Matanzas, el 13 de octubre de 1967, Sotomayor es considerado como el más grande saltador de altura de todos los tiempos.

En 1993 ganó el premio Príncipe de Asturias del Deporte y se retiró en octubre 2001 a los 34 años de edad, tras una extraordinaria carrera durante la cual sobrepasó veinticuatro veces los 2,40 metros.

Sotomayor se vio envuelto en un escándalo de dopaje durante los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá, en julio de 1999, después de que un examen indicara la presencia de cocaína en su orina.

La delegación cubana se quejó de una "manipulación de laboratorio" y dijo que el saltador había tomado té de coca para un dolor de estómago. Sotomayor afirmó que se trataba de una "canallada".

Las acusaciones de dopaje se repitieron en noviembre de 2001, cuando se dio a conocer el resultado de un examen realizado en la Reunión Internacional de Atletismo de Tenerife, España, en el cual Sotomayor habría dado positivo a la nandrolona. El atleta volvió a defender su inocencia.

El año pasado, Sotomayor celebró en un club de La Habana junto a familiares y amigos los 25 años de su primer récord al aire libre, otro salto de 2,43 que logró el 8 de septiembre de 1988 en Salamanca.

Sotomayor, que actualmente trabaja en la Federación Cubana de Atletismo y es vicepresidente de la Comisión Nacional de Atención al Atleta, no se manifestó precisamente optimista sobre el futuro del salto en Cuba.

"Estamos muy mal. Desde que Víctor Moya tuvo la lesión de la que después no se recuperó muy bien, no hemos tenido un buen saltador", admitió.

Moya, subcampeón mundial de salto alto en Helsinki 2005, sufrió una grave lesión en 2008 que lo alejó de las pistas y a su regreso no pudo lograr mejores resultados.

Fuera del mundo del deporte, en los últimos tiempos Sotomayor estuvo ocupado administrando "2,45", un bar cuyo nombre alude al récord mundial de 2,45 metros logrado en 1993 en Salamanca.

Situado en su misma residencia en el barrio Miramar, el bar está cerrado por el momento.

"No sé si lo vuelva a abrir o no, porque realmente me ocupaba muchísimo tiempo, la noche y madrugada", declaró Sotomayor.

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