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Poesía

Excrementos

'También hay un mar de excrementos apresurándose a toda prisa para poder ver un atardecer en paz, entre olas y un muro y la ciudad detrás...'

La Habana

 

Inodoro. Piensa.

Si uno entra ahora liquida, aquí, en inodoro estuvo y pensó y sonrió y dejo su excremento así uno su excremento así otro su excremento pero en este inodoro lo cierto es que pocos excrementos han bajado para irse a sentarse al mar o bañarse en el mar y ver el atardecer.

Un punto en que se vuelve excremento.

Eso es francamente asqueroso. Ser. Haber sido. Excremento.

Ahora lo que fue solo eso, un trozo bañado por unas goticas.

La caja sentada a su alrededor.

Cada día. No, tal vez un día sí y un día no.

 

Imagina del otro lado.

También hay un mar de excrementos apresurándose a toda prisa para poder ver un atardecer en paz, entre olas y un muro y la ciudad detrás y el mar con oleaje o calmo al frente con luna o sol cayendo en el mar todos juntos revueltos y siempre la prisa de ser para no perder el momento.

 

Allí del otro lado también un inodoro donde una vez fue.

Un día sí y un día no fue.

Y desde allí dos hicieron su aporte cotidiano a ese mar, desde cualquier punto con eficacia burocrática.

 

Ahora aquí del otro lado otro recto se sienta y aporta su demasía porque es un recto más recto un recto nada poético y más bien digamos hasta con miedo digamos un recto político. Porque digamos todo bien claro. Un recto joven más recto en fin. Y ese recto más recto se sienta en lo que fue su inodoro y suelta su excremento joven y revolucionario y lo lanza al mar para dejar su muestra y salir corriendo a ver el atardecer con esa otra que mezcla los rectos jóvenes con los viejos y los amargos con los revolucionarios y no sabe si cualquier recto por ahí algún día llega a parar a este inodoro donde la caja se sentó y otro por ahí siempre diferente y nunca amargo y viejo sino joven revolucionario y sobre todo recto llega a sentarse y poner sobre su excremento su correspondiente gotica.

 

Abrir los ojos. Aun inodoro. Ni piensa.

Terminar. Que si alguien entra, como siempre, liquida todo.

 


Ramón Hondal nació en La Habana, en 1974. Recibió en 2013 el Premio Luis Rogelio Nogueras de la editorial Extramuros por el libro de poemas Diálogos. Este texto pertenece a un libro en preparación.

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