—desde la Elegía (1954) de Aurelio de la Vega—
La mujer parada sobre el laberinto,
¿a quién reclama o qué lamenta?
Sus pies revuelven
huesos de indios, cáscaras de coco,
papeles pintados para ceremonias cortesanas.
Lasciatemi morire.
Lo que calla lo prolongan los chelos,
lo comentan los violines,
antes de que el viento lo transforme
en un silencio harto blanco.
¿Qué puede decir Monteverdi
en una isla
que los mapas apenas consignaron como errante?
Dove, dove é la fede
che tanto me giuravi?
Un pie en la roca,
otro en las aguas
que fingen hervir pero se entregan a la costumbre.
¿Quién llega, quién parte?
Quizá el rumor que viene de lo hondo
pueda sosegarla.
Los que se marcharon regresan
—se exige escuchar las violas—
los que devoraron el ácido pan cretense
ahora quieren cultivar
en las ásperas orillas
de Naxos o de La Habana
—¿se atreverá alguno a silenciar los contrabajos?—
Empiete le voragini profonde!
Acopia hojas, enciende el fuego,
aunque no abandones la elegía.
La orquesta exige amanecer.
Las aguas devuelven a la isla
al golfo más sosegado.
La Habana, 19 de diciembre, 2013.
Roberto Méndez Martínez nació en Camagüey en 1958. Autor de una obra extensa en varios géneros, algunos de sus últimos libros publicados son el poemario Libro del invierno (Letras Cubanas, La Habana, 2002) y la novela Ritual del necio (Letras Cubanas, La Habana, 2010).