En la calle Obrapía, en La Habana Vieja, se encuentra el primer estudio profesional de tatuajes que abrió en Cuba, La Marca. Comenzó su trabajo en enero de 2015, como la materialización de un sueño de la pareja de Ailed Duarte y Leo Canosa. Actualmente, el estudio goza de gran prestigio en el mundo del arte corporal en la Isla y continúa combinando este trabajo con una galería de arte, conciertos, performances y tatuajes en vivo.
"La Marca ha permanecido gracias al interés y la tenacidad de los miembros del colectivo de mantener el estudio fresco y siempre con nuevos proyectos y actividades, a pesar de la situación del país. Todos se sobreponen a las dificultades y sacan de un problema un provecho. Ailed, mi esposa, y Roberto Ramos son pilares fundamentales. Los tatuadores tienen un sentido de pertenencia que hace de La Marca una familia grande", expresa Leo Canosa fundador del estudio.
Canosa comenzó a tatuar en 1995 y asegura que escogió el nombre "como algo simbólico, como cuando te llevas una marca en la memoria, un recuerdo, algo que también te marca la piel, siempre jugando con ese concepto".
Un emprendimiento sin apoyo institucional
El estudio-taller La Marca surgió por el deseo de ofrecerle al público un lugar donde el arte de tatuar fuera el centro, y a su vez convergiera con otras manifestaciones. A pesar de la lucha de quienes practican el tatuaje, la actividad no tiene respaldo oficial en Cuba, por lo que su ejercicio se encuentra siempre en la cuerda floja.
"La ausencia de una ley afecta al tatuaje, ya que carecemos de algún organismo que nos represente y apoye, quedando desamparados en cualquier situación legal. Por ende, no podemos importar material y ni publicitar nuestro trabajo", explica Canosa.
"Lo más complejo, como en cualquier emprendimiento en la Isla, son los suplementos. En nuestro caso, dado nuestra situación legal, es muy difícil conseguirlos". Específicamente, lo más difícil de conseguir son los productos desechables y "el 90% de lo que usamos es totalmente de un solo uso", añade el tatuador, con casi 30 años de experiencia.
En cuanto a la falta de apoyo de instituciones gubernamentales, Canosa señala que el arte corporal y quienes la practican como empleo tienen la necesidad de que se reconozca la actividad y de que exista un control sanitario por parte del Ministerio de Salud Pública.
La Marca se caracteriza por el trabajo a través del portafolio de los artistas y no de catálogos. El cliente escoge o llega con la idea de un diseño y se le asesora para que elija un estilo; sobre esa base, se hacen tatuajes personalizados y de autor. "El trabajo en La Marca se concreta según el estilo que el cliente prefiera. Siempre tratamos que el tatuador se sienta a gusto también, es una simbiosis entre cliente y tatuador", dice Canosa.
"En el estudio realizamos cualquier estilo, pero siempre defendemos el diseño de autor. Nos gustan mucho los estilos creativos, la ilustración, el llamado old school, y, sobre todo, amamos el estilo asiático, en especial el japonés, aunque algunos de nuestros artistas prefieren el realismo".
El que se tatúa repite
Entre la mayoría de las personas tatuadas existe una "creencia" de que después del primer tatuaje llegan más. "Según mi experiencia, el que se tatúa usualmente repite, y creo que eso se debe a que, al tatuarte la primera vez, tu manera de ver el tatuaje cambia, se rompe el esquema de lo permanente y se ve de una manera más natural y sin tabú", dice al respecto Canosa.
En cuanto a si es arte o no, el experimentado tatuador opina: "El tatuaje es una habilidad artesanal, y que sea artístico depende mucho de la propuesta del tatuador, como en las artes plásticas. Pintar es una habilidad que se puede aprender mecánicamente, el producto depende del pintor; los hay muy creativos y los hay que solo reproducen".
Canosa ofrece consejos sobre cómo iniciarse en el mundo del tatuaje. "En estos momentos la actividad de tatuar sufre de muchos cambios. Con internet y las redes sociales, el tatuaje se ha convertido en parte de la cultura pop, es muy fácil encontrar información, y con solo abrir YouTube y surfear un poco se pueden encontrar muchos tutoriales", señala.
"Pero creo que la mejor manera de empezar a tatuar sería comenzar de aprendiz en algún estudio experimentado, o con algún tatuador con tiempo en la industria, para aprender no solo la técnica, sino también las medidas higiénico sanitarias y la manera de interactuar con la clientela. Esas habilidades no te las da ningún tutorial, es algo que se adquiere con el día a día", advierte.
