ConWiro, una empresa de desarrollo de videojuegos nacida en Cuba, ahora se abre camino en España y acaba de cerrar una ronda de inversión a una valoración de 1,4 millones de euros. El régimen cubano ordenó el cierre del primer emprendimiento de sus creadores, y luego entorpeció el avance del proyecto. Para estos jóvenes empresarios, la Isla "no cuenta con ningún tipo de condiciones para emprender", por lo que decidieron asentarse en Madrid.
DIARIO DE CUBA conversa con el CEO (director general) y fundador de ConWiro, Rafael Martínez, un joven que no cejó en el empeño de sacar adelante el proyecto: "Cuando llegué a Madrid decidí continuar con la empresa, pero como algo extra. Trabajaba para otra compañía de 8:00AM a 5:00PM y me quedaba ahí mismo trabajando en lo mío hasta la hora que me dejaran. Así estuve ocho meses".
Como a cualquier migrante, a Martínez le costó insertarse en una nueva sociedad para desarrollar sus objetivos. "Traté de moverme por toda España en todos los eventos de videojuegos para que me pudieran conocer, traté de entrar a todas las aceleradoras para empezar a crear desde cero. Luego decidí dejar la empresa en la que estaba para dedicarme a ConWiro totalmente".
Ese paso dado por Martínez en octubre de 2023 tenía riesgos: solo contaba con dinero para sostener el proyecto hasta febrero de 2024. Seis meses después, ConWiro finalizó una exitosa ronda de financiación que le abrió las puertas del mercado español. Hoy la empresa tiene un acuerdo estratégico con la compañía del sector TalentAll, y preparan un videojuego para una "prestigiosa e innovadora" liga de fútbol.
ConWiro viene dando pasos sólidos desde su nacimiento en Cuba. En 2020 lanzó su primer videojuego, La Pira. Este fue el primero de los videojuegos privados cubanos que lograron monetizarse con micropagos. La Pira obtuvo 85.000 descargas y generó 114.000 pesos cubanos en ingresos.
En 2018, Martínez dejó de estudiar Biología en la Universidad de La Habana para emprender en el sector tecnológico, un ámbito con muchos inconvenientes en la Isla. Un año después de abandonar sus estudios universitarios, Martínez comprobó hasta dónde puede llegar el poder con tal de frenar a cualquiera: "Ese primer negocio nos lo cerraron, fue un golpe bastante fuerte porque habíamos desarrollado todo el proyecto durante un año. Vino un funcionario del Gobierno y arbitrariamente nos dijo: 'Esto no nos gusta, no puedes tener esto'".
"En Cuba no existen condiciones para emprender, de ningún tipo", afirma el joven empresario. "No hay viabilidad; primero por el Gobierno y la política económica que hay. No tienes estabilidad de ninguna manera, tienes cortes de electricidad. Te cambian una política a conveniencia porque no les funciona a ellos. Ellos no tienen infraestructura, no tienen ningún interés real de sacar adelante el país o de apoyar a los emprendedores. Ellos nos ven como un mal necesario. Entonces, en esas condiciones, ¿quién va a invertir y emprender? No tiene sentido dedicar tiempo y esfuerzo en un país que no te ve como algo de valor y que no te apoya", explica Martínez.
ConWiro sufrió los obstáculos que suele interponer el régimen cubano a los emprendedores. "Tuvimos miles de experiencias con temas burocráticos para obtener los permisos", recuerda Martínez. "Lidiamos con todo el sistema empresarial que está controlado por entidades parásitas del Gobierno. El monopolio de las telecomunicaciones está controlado por una sola compañía (ETECSA), por ejemplo, y si esa empresa tiene una compañía que pueda ser competencia tuya, no va a priorizarte a ti. Era imposible que nuestro modelo de negocio pudiera funcionar en Cuba. De toda la facturación que hacíamos, ETECSA y otra empresa estatal se quedaban con el 60%. Del 40% restante nosotros teníamos que pagar impuestos".
Al ver que su proyecto era inviable en Cuba, Martínez decidió emigrar: "Creo que salir de la Isla es parte del proceso natural que tenemos todos los cubanos. Ese sistema yo lo veo como un monstruo que te va consumiendo tu fuerza, tu energía, y aunque lo intentes no vas a poder cambiar tú solo al sistema".
El fundador de ConWiro espera que otros jóvenes cubanos no tengan que lidiar en un futuro con esas condiciones, pero dice que es preferible intentarlo antes que no hacer nada: "Le aconsejo a los jóvenes cubanos que quieran emprender, que lo hagan. Enfrentar los retos que hay allá, a nosotros nos sirvió para prepararnos ante cualquier adversidad. Antes de no hacer nada, es mejor que hagan algo. Mi otro consejo es que si pueden salir, que salgan. Es triste, porque al final estás saliendo de tu tierra, de tu patria, pero creo que es lo mejor que le puedes hacer a tu país. Si sales y te superas o emprendes afuera, llegado el momento de transición, esperemos que haya un llamado para recuperar lo que era Cuba. Y creo que en ese momento estaremos nosotros ahí junto al resto de personas que quieran crear una Cuba nueva".