Este jueves murió, en su casa en Atlanta, el académico José Quiroga. Nacido en La Habana en 1959, exiliado con su familia en Puerto Rico y graduado en EEUU (Boston University y Yale University), Quiroga era profesor de Literaturas Comparadas en Emory University, Atlanta, donde también enseñaba en el Departamento de de Español y Portugués.
Estudioso de la literatura, el cine, la música, las artes visuales del Caribe hispano y América Latina, así como de las sexualidades, lo gay y lo queer, algunos de sus libros publicados son: Cuban Palimpsests (University of Minnesota Press, 2005), Tropics of Desire: Interventions from Queer Latino America (New York University Press, 2000), Understanding Octavio Paz (1999), Sexualidades en disputa: homosexualidades, literatura y medios de comunicación en América Latina (junto a Daniel Balderston) (Buenos Aires, 2005), Law of Desire: A Queer Film Classic (Arsenal Pulp Press, 2009), y Mapa Callejero. Crónicas sobre lo gay desde América Latina (Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2010).
En esos libros suyos pueden encontrarse Virgilio Piñera y Reinaldo Arenas, las fotografías de Walker Evans y de Osvaldo Salas, la poesía de Octavio Paz y otros grandes poetas latinoamericanos, la obra performática de Ana Mendieta, el entierro de Celia Cruz, el cine de Pedro Almódovar, el surgimiento de la timba, la aparición del hip hop en Cuba, la historia de las compilaciones de música cubana editadas en EEUU, el fenómeno Buena Vista Social Club, lo encubierto y revelado de las diversas sexualidades, la Guerra Fría, los enfrentamientos políticos del exilio cubano, la maquinaria de propaganda y censura del castrismo, el par de espías del cómic Spy vs Spy del cubano Antonio Prohías en la revista MAD…
José Quiroga dirigió, junto a la profesora María Mercedes Carrión, uno de los primeros programas de estudios académicos estadounidenses en Cuba, lo cual le permitió conocer a escritores y artistas en la Isla, a los que apoyó y cuyas obras difundió desde el mundo académico.
En los últimos años, su salud se había visto muy afectada. Padecía dificultades de movilidad, pero no lo habían abandonado el humor, la lucidez y la agudeza para tratar los temas que lo obsesionaban. Pese a todas esas dificultades, no había dejado de enseñar, y en el verano del año pasado se atrevió a viajar a Atenas, para contribuir al último congreso del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana (IILI).
Lo sobreviven una hermana y su madre, Rita Molinero, residente en Puerto Rico y autora de volúmenes dedicados a José Lezama Lima, Virgilio Piñera y Reinaldo Arenas.