El escritor cubano Miguel Barnet, fiel defensor del régimen, recibió este martes el Premio Nacional de Patrimonio Cultural 2023 por la obra de toda la vida, que otorga el oficial Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) del Ministerio de Cultura. La noticia la dio en su perfil de Facebook el periodista oficialista Pedro de la Hoz.
"El galardón es un reconocimiento a su prolífica labor en la salvaguarda del patrimonio inmaterial de la nación", confirmó más tarde en sus redes sociales la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), organización de la que Barnet es "presidente de honor".
"Siempre dije que mi única obsesión era Cuba, por eso estudié antropología, sociología, porque era lo que me acercaba a las raíces de mi país", expresó él al recibir la noticia.
Según la UNEAC, Barnet dedicó el premio "a los pensadores cubanos que fraguaron una idea de ser una nación soberana y de luchar contra todo tipo de colonialismo, y tener una vocación emancipadora como lo es la cultura cubana".
De acuerdo con las bases del galardón, con este premio se reconoce a cubanos en virtud de reconocer "el trabajo abnegado de personas que a lo largo de su existencia se han consagrado en la misión de la identificación, protección, manejo y promoción del rico patrimonio cultural de la nación cubana".
Miguel Barnet fue uno de los firmantes, en 2003, del "Mensaje desde La Habana a los amigos que están lejos", en el que un grupo de intelectuales y artistas justificó el encarcelamiento de 75 disidentes, conocido como Primavera Negra, y el fusilamiento de tres hombres que secuestraron una embarcación de pasajeros para intentar dirigirla a EEUU.
Sin comentarios en casos como el que nos ocupa: "El sueño del comunismo de una sociedad justa e igualitaria se convirtió desde el primer momento en una pesadilla para aquellos pensadores, novelistas, poetas, dramaturgos, periodistas, artistas, cineastas o músicos que no comulgaban con un régimen totalitario, de partido único. El periodista, escritor y editor Manuel Florentín ha publicado “una gran crónica” que recorre esta particular historia del horror, desde el ascenso al poder de Vladímir Ilích Uliánov, Lenin, en Rusia, en 1917, hasta la Nicaragua de Daniel Ortega. “Yo soy una persona de izquierdas”, advierte Florentín, “por eso creo que es fundamental denunciar desde la izquierda los crímenes del comunismo”."
Los protectores del patrimonio bajo el régimen comunista nos permiten recordar que de buenas intenciones está construido también el camino hasta el Infierno: "Los círculos del descenso a los infiernos que afectaron a artistas e intelectuales [en los regímenes comunistas] iban desde la censura, la prohibición de publicar o escenificar sus obras, hasta la pérdida de empleo, de la casa; el exilio, la cárcel, torturas, la reclusión en campos de concentración y las ejecuciones. " ¿Cuántos pasaron y pasan por ésto en el trópico? Habría que cuidar mejor del patrimonio "humano" de estos desmanes, sobre todo cuando se reciben tantos reconocimientos como protector de tantas cosas imprecisas...
Constructores también del camino del patrimonio al Paraíso comunista y que lleva a recordar a la Cuba de entre 1963 y 1967 con las UMAPs. Seguro que el compañero ahora reconocido, pasó por los mismos o se opuso a ellos, vaya usted a saber si se libró de los mismos y qué o cómo hizo para lograrlo, si cuidar del patrimonio o vaya usted a saber: "Lenin sembró Rusia de campos de concentración. “Estaban desde la época de los zares, pero bajo su mandato, en apenas tres años pasaron de 84 a 315″. Un dato que pasan por alto quienes, como la ministra española de Juventud e Infancia, Sira Rego, se revuelven cuando a Lenin se le tacha de genocida, como se ha visto en un reciente vídeo viral durante su participación en un debate antes de ocupar su cartera en el Gobierno. Uno de los campos más crueles fue Kolimá, en época de Stalin. Un nombre que, según Florentín, debería figurar en la historia del horror al lado de Auschwitz."
Gorki, celoso guardián del patrimonio revolucionario también: "Máximo Gorki, que había participado en la Revolución de Octubre, aunque después se enfrentó a Lenin, por lo que tuvo que salir del país. Stalin le rehabilitó. Un estatus que le hizo justificar las farsas de los procesos judiciales, publicar escritos contra los condenados y no mover un dedo por colegas defenestrados."
Experiencias de los escritores bajo el régimen soviético, fieles guardianes del patrimonio espiritual ruso: "El dramaturgo Vsevolod Meyerhold fue un entusiasta de la revolución. Sin embargo, la puesta en escena en 1929 de una sátira social escrita por otro autor, criticada por la prensa oficial, propició su caída. Le cerraron su teatro y en 1939 fue detenido. Tenía 65 años, fue torturado siete meses, lloró de dolor hasta que le rompieron el brazo izquierdo. Sus torturadores le dejaron sano el derecho para poder firmar su confesión. Su esposa fue hallada muerta, con los ojos arrancados, un crimen cometido por el Comisariado para el Pueblo de Asuntos Internos (NKVD). Él fue ejecutado en febrero de 1940."
Otros tristes recuerdos de la relación del poder comunista y los intelectuales: "Con el sucesor de Stalin, Nikita Jruschov, comenzó “el deshielo” y las primeras críticas al genocidio stalinista, pero no fue un periodo incólume. “Se crearon las clínicas psiquiátricas. Cuando se mandaba a alguien a esos centros no sabía cuándo podría salir. Al menos en el gulag conocían su condena, aunque era posible que cuando iban a terminarla se les aumentara”."
Este reconocimiento lleva a recordar a Arenas, al mismo tiempo que algunas consideraciones de dirigentes comunistas como Jruschov, que fue el autor de una frase célebre tras la insurrección en Hungría de 1956: “No habría sucedido si se hubiera matado a tiempo a una decena de escritores”.
Cómplice astuto de la diabólica utopía castro-comunista, ha sabido suplir su falta de una obra ensayística atendible sobre temas de etnología y folclor, de antropología, con novelas-testimonios. Detesta a la crápula de cheos y guajiros incultos de relativo poder en los medios culturales actuales, pero sabe saludarlos con sorna, burla. Sus genuflexiones son más arriba, con el Poder.
Premios, a él le encanta que le den.
Miguelito Barnet es el personero más despreciable que ha dado la cultura cubana desde 1902.
" luchar contra todo tipo de colonialismo" dice Mariposa Barnet. ¿Incluye al ruso que se ha adueñado nuevamente ( y ahora 100%) de Cuba?